Este 2020 se está caracterizando por aprovechar los momentos de tregua que nos da el virus COVID para hacer las cosas que nos gustan: salir a la calle, reunirnos con amigos, ir a las playas y por supuesto VIAJAR.
Como parece que estamos de media tregua, nos animamos a ir para Francia a la Reserva africana de Sigean, entre otras visitas que os explico en siguientes post como Beziers (AQUÍ) o Nimes (AQUÍ)
La idea inicial era ir en dos furgos y dormir en el Camping La Grange Neuve que está a escasos minutos de la reserva. El resultado final es que tiramos de Hoteles IBIS muy baratitos y fuimos los 6 en la furgo de Carlos, Ana y Mateo para así aprovechar e ir juntos en los trayectos. Martí ahora dice que la furgo de ellos mola más, pero todavía es un inconsciente con poco criterio, qué le vamos a hacer :-)
Ostras, que no sabéis quienes son. Vale, en esta ocasión compartimos viaje con los números 1, los putos amos. Esa gente buena que conoces desde hace años y años, que siempre están en tu vida y que sabes que siempre estarán...pues eso son ellos para mi.
¿Cómo llegar?
Pare llegar a Sigean hay que coger AP7 y cruzar la frontera que se dirige a Perpinyà y Montpellier En la salida 39 salimos hacia Sigean y seguimos las indicaciones. En nuestro caso hicimos un pequeño desvío para dejar a Phoebe (mi gata) con la familia puesto que estaba recién operada y estarías más vigilada y atendida allí. Eso nos sirvió también de excusa para hacer un buen desayuno en El Racó d'en Miquel en Pont de Molins.
Horarios y precios
Las entradas se compran por internet (se pueden comprar allí, pero es más tiempo y además 1€ más por persona). La web ya te da mucha información así que no dejéis de visitarla antes de ir, os dejo el enlace AQUÍ. Allí encontráis los precios que son gratis para menores de 4 años, 22 euros niños hasta 14 años y 31 euros adultos. Total que no es una ganga pero si tienes en cuenta que es pasar toooodo el día, que el lugar está muy cuidado y que vas a ver animales que ocupan extensiones grandes y al parecer cuidadas, pues no está nada mal.
Sobre el horario, al estar en COVID tenías que elegir una hora de entrada concreta y debías entrar en ese plazo de tiempo. La verdad es que muy bien montado y ayuda a no hacer mucha cola.
¿Cómo organizar la visita?
La Reserva tiene más de 3800 animales y unas 300 hectáreas, por lo tanto viven en semilibertad y por tanto se organizan y expresan de manera más natural.
La primera parte del recorrido se hace en coche, sobre unos 7.5 kilómetros. Luego se aparca en alguna de las zonas destinadas a ello y se sigue ruta a pie.
Sobre la velocidad también decir que evidentemente hay trozos donde se acumulan varios coches, pues puedes querer pararte a fotografiar los bichetes.
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Si vas con peques, la verdad es que lo de ir con cinturón ellos y todo el rato sentados, no es lo que hace todo el mundo. Los peques quieren moverse si vas en una furgo y quieren estar donde se puedan ver bien los animales. Esto lo digo porque aunque no sea lo correcto, la realidad es que todo el mundo debe tener en cuenta que no es una carretera al uso.
Como veis los osos no estaban muy activos, no conseguimos ver a ninguno de ellos levantado.
Seguimos circulando y viendo espacios realmente abiertos, amplios y muy cuidados. Parece que los animales puedan estar realmente a gusto, pero todo sería cuestión de preguntarles.
Llegamos a uno de los puntos interesantes, justo antes de cruzar a la siguiente puerta. En los diferentes accesos hay carteles que indican lo que vas a ir viendo. En esta caso nos encontramos con una estupenda manada de leones, muy cerquita del coche y sin inmutarse por nuestra presencia.
Como decía la siguiente zona, reúne una de las joyas de la reserva: el rinoceronte blanco.
Y seguimos explorando esta preciosa reserva africana.
Llegamos a la zona de parking donde además hay lavabos y una tienda donde los peques pueden elegir una cosita que les recuerde este día y donde podemos salir a estirar las piernas.
No muy lejos empieza la zona que haremos a pie, para empezar hay una zona de descanso, con un mega restaurante y una zona específica para niños bien pequeños que pueden entrar y tocar cabras y disfrutar.
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| Imagen obtenida de Sortir amb Nens |
Como todavía no es nuestra hora de comer, empezamos a hacer un trozo de la ruta a pie y lo primero que se ven son observatorios desde donde poder observar a algunos primates.
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Y seguimos viendo el paisaje, amplias extensiones donde vas teniendo la sensación real de que estos animales están realmente bien cuidados.
Sobre el tema comida, os recomiendo llevaros vuestra propia comida. Hay muchísimas zonas de picnic y os vais a quedar satisfechos si las usáis puesto que en los restaurantes interiores la comida es cara y no muy buena. Total que a sacar los tupers de ensalada de pasta, pollo rebozado, nuggets, super croquetas, patatas, embutidos, cervecitas y lo que toque.
Ahora seguimos ruta, visitando algunos de los recintos cerrados como es la zona de reptiles o el espacio de aves que me pareció espectacular.
Queda yo poquito por ver, pero seguimos disfrutando del día.
Y para casi terminar, pasamos por uno de los lugares sorprendentes, un estupendo lago lleno de flamencos en todas direcciones y con sus orillas repletas de estas aves (gracias a la comida que depositan los cuidadores para crear esta manada ficticia)
En resumen un genial día donde pequeños y adultos pueden disfrutar de animales, de naturaleza, de caminar y de jugar a descubrir el siguiente animal.
Volvemos a la furgoneta para seguir ruta a nuestro siguiente destino que es donde iremos a dormir, Beziers, pero esto será en el siguiente post.
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