26 de septiembre de 2020

Disfrutar de un día en Pals

El pueblo de Pals, situado en el Baix Empordà o lo que denominamos l'Empordanet, es uno de los pueblos imprescindibles para visitar en la Costa Brava.


Se trata de una pequeña villa medieval que en época de veranos seguro que más que duplica sus escasos 2500 habitantes.

Gran parte del encanto de la población se concentra en su villa medieval y centro histórico donde predominan los edificios góticos.

Podéis planificar donde queréis comer, si la intención es hacerlo en alguno de los restaurantes del caso antiguo (Restaurant El Pedró) o en alguno de fuera (Restaurante Antic Casino, Restaurante Els Pescadors que en realidad se llama Can Genís-La Vela). Una de las recomendaciones si es vuestra primera vez por la zona es no perderos el arroz de Pals.

Nosotros en esta ocasión elegimos Els Pescadors por su terraza cerrada que era una gran opción para que Martí pudiera moverse a su gusto.


Este restaurante está situado en la calle Enginyer Algarra que es la principal y donde nosotros dejamos el coche al tratarse de época no estival. De hecho lo dejamos delante de un edificio con encanto que alberga ahora un centro de pachtwork y tienda de muebles pero que en su día fue el Sindicato arrocero.

En caso de que vayáis en temporada alta (verano) os recomiendo aparcar justo delante de Ca la Pruna que sería el primer edificio para ver. Se trata de un parking de pago pero la mayor parte de la población tiene aparcamiento de pago. Si no os importa caminar, podéis aparcar en el parking que tierra que hay en la entrada de la población, ese sí que es gratuito.

Ca la Pruna es una casa fortificada del s XV que en la actualidad acoge el centro cultural con varias exposiciones y ya el exterior como veis tiene su encanto.


Nuestra ruta empieza algo cerca de aquí, una plaza a escasos metros donde está la parda de taxis y también la parada del Xiulet de Pals, un trenecito que hace unos estupendos recorridos por la zona o por el mismo pueblo. Si vais con peques seguro que es una gozada y lo pasarán genial. Os dejo AQUÍ el enlace para que consultéis recorridos y horarios.

Situándonos frente al Restaurant la Vila, cogemos la calle de la derecha que nos lleva a dos tiendas bastante interesantes. En primer lugar la heladería Can Malirach que además de helados tiene una deliciosa terraza y vende bonitos objetos de cerámica.


Y por otro lado la Casa del Fuet, donde podéis cargar vuestra despensa con diversas modalidades.


Vamos subiendo hasta llegar la Plaza Mayor, llena de edificios de piedra donde destaca la Casa de la Vila (Ayuntamiento) del siglo XIII. 


Antiguamente era la plaza del mercado y a día de hoy es lugar de reunión de locales y turistas. Hay diversos bares con unas estupendas terrazas donde tomar algo que puede ir desde copa, a helado, a crepes o a una horchata casera con muy buena pinta.


También aquí se encuentra la Oficina de Turismo donde puedes coger mapa de la zona e informarte de los sitios más relevantes de la zona.


Una vez cruzamos el arco gótico, accedemos a la Calle Mayor que nos llevará a la parte más alta de la villa a la misma Iglesia de San Pere. Esta calle además es una de las más bonitas que hay en la población.


Además de puntos de los más fotogénicos con sus fachadas de piedra y sus enredaderas subiendo hacia el techo, encuentras también sepulturas medievales del siglo V excavadas en roca.



Como os decía la calle Mayor finaliza ya en la parte más alta, donde se encuentra a escasos metros la Iglesia de San Pere, la Torre de les Horas y la Torre de Ramonet.


Continuo la visita accediendo a la  Iglesia de San Pere.

Imagen obtenida Google



Construida en gran parte con la piedra del antiguo castillo de Pals, aunque ya estaba documentada en el siglo XI. El interior está formado por una sola nave con bóvedas de crucería y la entrada es gratuita.


La ruta sigue acercándonos a la Torre de las Horas, una torre románica del siglo XI-XII de 15 metros de altura. Sería el vestigio más antiguo del antiguo Castillo de Pals. Su nombre viene de que se utilizó como reloj hace siglos, de hecho se añadió en el siglo XV un campanario para situar un reloj y dar así el nombre a la torre.


Si subes, hay un torno que entiendo que es porque es visitable. Nosotros la encontramos cerrada así que mejor si os informan sobre el tema en la oficina de turismo.


Rodeándola hay unas vistas bastante buenas de las Islas Medas y parte de la zona costera del Empordà.


Justo al lado hay una maravillosa tienda de souvenirs, cerámica y varias cositas para comprar como recuerdo de tu visita a este estupendo lugar. NO dejes de entrar si está abierta, seguro que algo cae.


Volvemos hacia la Iglesia y allá ascendemos por las escalera que quedan en la parte izquierda para ir a la antigua zona del Castillo.


La realidad es que esta zona es donde se situaba en su día el Castillo que a fecha actual sólo queda la Torre que os hemos comentado y el antiguo patio de armas que es ahora la entrada de la casa de la familia Pi i Figueras.



Retrocediendo y dejando  detrás las escaleras por las que hemos subido hasta aquí, vamos al Mirador de Josep Pla desde donde se supone que hay unas buenas vistas del entorno. 


En mi caso me dejó algo decepcionada puesto que los árboles no dejaban ver mucho y aún subida al muro, no pude encontrar el encanto de las vistas, considerando que hay muchas mejores desde otros puntos.


Llegados a este punto tenéis dos opciones, mirad como os organizáis para no perderos ninguna. La primera opción es bajar por el Paseo Arqueológico Dr. Pi i Figueras que supone una agradable caminata que finaliza nuevamente en Ca la Pruna.



La otra opción es volver a la plaza de la iglesia y recorrer la Calle de las Placetas, llena de tiendas y hermosas fachadas, o bien ir a la Calle de Mossen Joaquin Pi donde está una deliciosa chocolatería.



Tanto si vais por una calle como la otra, tenéis una tienda llamada el Mirador que podéis atravesar y os sitúa en un lado u otro de la muralla.


En la parte de esta tienda que da a Calle Placetes está el famoso restaurante el Pedró donde se puede saborear un arroz de Pals con total garantía.

Al otro extremo de la calle está la Plaza Doctor M. Oliva Prats donde la casa central llena de hiedra enredada en sus paredes, destaca sobre el resto de edificios.

Ya sólo queda pasear por el resto de calles o acercaros a la Playa Grande de Pals.

Imagen obtenida en Google

Si vais a estar más día por la zona no deberíais perderos algunos lugares cercanos como Peratallada o Begur. Otra buenísima opción es mirar un trozo del cercano Camino de Ronda (os dejo algunos tramos AQUÍ)

La Costa Brava es simplemente una maravilla que no debería perderse nadie, ni tampoco conformaros con ver sólo una parte de ella. Y el Empordà alberga rincones también en su parte interior que son dignos de película como Monells, Vulpellac, Cruïlles, la Pera, Palau-Sator o Capmany.


1 comentario: