9 de enero de 2020

Estambul, entre Europa y Asia

Ser la única ciudad del mundo que está sobre dos continentes es ya todo un mérito. Cuando encima reúnes las características de esos dos mundos  y los miras de combinar sin que ninguno de ellos se vea defraudado el resultado es por fuerza algo sorprendente: modernidad-tradición, turismo-cultura local, abrirse al  mundo-mantener lo propio.

Estambul es una de las ciudades más espectaculares y grandes de Europa y la más occidentalizada de todo Turquía.
Está sin duda marcada por su situación geográfica y así ha sido a lo largo de la historia. A día de hoy se conserva la división que marca el estrecho del Bósforo que es la parte que divide las dos Estambul y la que deja marcada su marcada diferencia entre la Estambul europea y la asiática.

Imagen obtenida en Pinterest
La ciudad tiene 2 aeropuertos. Por un lado el Aeropuerto Internacional de Estambul que está activo desde el 2019 que está situado a unos 50 kilómetros del centro; y por otro lado el aeropuerto de Sabiha Gökçen que está situado en la parte asiática y acostumbra a ser usado por las lineas low cost. Anterior a la inauguración del nuevo aeropuerto había el aeropuerto Ataturk pero ya no está operativo.

Nosotros escogimos la opción de ir con transporte privado para llegar al centro. Nos costaba 50€ y parece un precio cerrado pues todas las webs que consultamos tenían la misma tarifa. Teniendo en cuenta que ya era de noche, que íbamos con el peque agotado y que queríamos llegar para la cena, pensamos que era la mejor opción.  Nuestro apartamento reservado a través de Airbnb estaba en pleno Cuerno de Oro, muy cerca de las principales atracciones turísticas y tocando al Mar de Marmara por un lado y por el otro a 10 minutos del barrio pescador de Kumkapi.


Nos medio instalamos y decidimos que esta será nuestra primera opción para ir a cenar, es jueves y esta zona el fin de semana se convierte en un lugar super animado, hoy no hay mucha gente y podemos cenar tranquilos algo de pescado y no dejar de picar el hummus de garbanzos.
Estambul no es una excepción a la hora de negociar precios, son cultura mercader de manera histórica y por tanto los diferentes bares de esta zona te van ofreciendo descuentos sobre el precio de carta o te regalan las bebidas o cualquier otra opción para captar tu atención (sobre todo hoy que es un día tranquilo, ya os colgaremos un vídeo de una cena en este mismo lugar el sábado....jejejeje)


Cosas que deberías tener en cuenta

* Estambul es principalmente musulmana, por lo tanto recuerda respetar la cultura del lugar donde estás. Para entrar a las mezquitas debes cubrir tu cabeza en el caso de que seas mujer. No comparto la opinión que me obliga a taparme, pero por encima de eso está mi respeto. Por lo tanto si quiero entrar me cubro y punto. Lleva tu propio foulard y te recomiendo unos calcetines en el bolso por si hay que descalzarse.
*  La comida de la ciudad es simplemente genial. Me encanta lo bien que se come, la variedad de su cocina y de los sabores. Sólo me dejaría el café que es bastante asquerosete para mi gusto (fuerte y arenoso con un dedo de poso en el fondo), pero por probar que no sea. Los dulces son exquisitos, pero en mi caso con un trozo tengo suficiente.
* El alcohol es caro como pasa en la mayoría de países musulmanes. Puedes encontrar buena cerveza y para mi gusto mal vino a no ser que lo pagues a precio de oro.
* Hazte con un mapa para organizar tus visitas, es una ciudad con bastantes colinas y puedes despistarte. La oficina de turismo está situada en la zona del Hipódromo es una buena opción para hacerte con mapas si aún no tienes. (en el lado derecho de la foto se puede ver el cartel con la i en color azul que marca la oficina de turismo)


* Utiliza el tranvía para desplazarte, es una gozada mezclarte con la gente y además te permite ver el exterior. La linea T1 cubre buena parte de la zona del Cuerno de Oro. Hay máquinas donde puedes comprar la tarjeta de transporte Istanbulkart y cargarla con el importe que creas necesitar (esa misma tarjeta se puede ir recargando)

Imagen obtenida Google
* Coge un ferry y recorre el estrecho del Bósforo y Cuerno de Oro. Por 1.5 liras puedes hacerlo y disfrutar de las vistas.
* Ve a un hammam. Hay alguna opción mixta como los baños Suleymaniye que son bastante turísticos y los puedes pre reservar por la web propia o en Civitatis. En mi caso iba a ir sola pues David y Martí se quedaban haciendo juegos, así que elegí uno cerca de nuestro apartamento que ya os contaré.
* Si vas con tiempo cruza a la parte asiática de Üsküdar con un ferry y  disfruta del atardecer
* El aire acondicionado va a tope y si vas en invierno lo mismo pasa con la calefacción. Es brutal y sin duda cultural.
* Recuerda que la ciudad tienen unas 1000 mezquitas y recuerda que en todas ellas hay el canto de llamada a la oración. ¿Porque has de recordar esto? Pues porque cuando elijas hotel, apartamento o lo que sea, mira si tienes alguna mezquita bien cercana que te despertará a las 6:50 con el primer canto-llamada.
* La gente está acostumbrada al turismo y generalmente están muy predispuestos a ayudarte, atenderte y darle una sonrisa al peque con el que viajas. 
* Ve al mercado con muuuucha paciencia. Las aglomeraciones en el Gran Bazar y el Mercado de las Especias son espectaculares. Si vas con peque te aconsejo llevar mochila para estas ocasiones si el peso del enani lo permite.
* La moneda es la lira turca YTL. No puedes cambiar en España puesto que no cotiza y deberás hacerlo en el propio país. Hay muchas opciones por toda la ciudad (casas de cambio, bancos, etc). Si has de cambiar algo en el aeropuerto para empezar el viaje, que no sea mucho, pues no acostumbran a tener el mejor precio,
* Recuerda que para visitar Turquía desde España es necesario haber tramitado el VISADO, puedes hacerlo vía web o conseguirlo al llegar. En el aeropuerto encontramos bastante ágil todo el proceso de pasaporte y visado.

Imagen obtenida Google
* La propina habitual es sobre un 10%, para muchas gente es una necesidad para complementar sus ingresos. Ya que los precios son asequibles, a poder ser, no olvidéis dejar propina :-)

Día 1: Empieza la marcha

Empezamos el día dirigiéndonos hacia el Hipódromo desde el apartamento donde ya hemos desayunado (esta era una opción por la que elegimos apartamento, y es que con peque lo de Airbnb es todo un acierto por la comodidad que te da)


Hemos reservado una ruta de Free Tour con Civitatis que os avanzo ya que no acabaremos puesto que el grupo es muy amplio para nuestro gusto y cuesta poder escuchar las explicaciones del guía que además resulta ser bastante sosete.


El Hipódromo es una gran explanada desde la que divisas buena parte de los lugares que vas a visitar después. Además ofrece una opción de terracitas al sol que no está nada mal. Se trata de 480 m de longitud donde en un extremo se alza el obelisco egipcio del faraón Thutmosis III conmemorando su campaña siria y en el otro extremo se encuentra la fuente alemana puesto que es un regalo del káiser Guillermo II al sultán Abdülhamid II.

En esta misma explanada se encuentra la famosa Mezquita Azul o Sultan Ahmet Camii, que en el momento que fuimos estaba en obras y no se veía desde fuera. Además no muy lejos se ve también otra de las grandes de la ciudad que es la Mezquita Museo de Santa Sofía o Aya Sofía.

Nos dirigimos con el grupo hacia el exterior de Santa Sofia y el Palacio Topkapi y disfrutamos de las vistas con un Martí ya cansado de explicaciones y con ganas de correr y ver las cosas nuevas que hay a su vista como los dulces con Nutela a los que no nos resistimos.



Nos dirigimos a los Jardines del Palacio Topkapi desde donde además hay algunas vistas al Bósforo. No sólo eso, sino que para nosotros es un espacio bien grande donde podemos jugar al pilla pilla un rato sin molestar a las multitudes.


Justo en la entrada está la Fuente Ahmed, tras verla has de pasar por la entrada donde hay seguridad y arcos detectores de metales por donde acceder. La cola no era muy grande en este caso y lo conseguimos relativamente pronto.



De ahí cruzamos a Yerebatan Cad que es una de las calles principales con bastantes bares, restaurantes y tiendas. También está la Cisterna de Yerebatan que se puede visitar, por toda la ciudad existen varias que en su época se construyeron para asegurar el suministro de agua en tiempos de guerra. Varias de ellas funcionan todavía en la actualidad.
Aquí es donde decimos adiós al grupo, como dije para nuestro gusto era demasiado amplio y costaba seguir las explicaciones del guía debido a esto. Así que decidimos volver por donde habíamos venido y entrar a ver Santa Sofía.
En la misma entrada se puede comprar los tickets. Mira bien las opciones pues hay la posibilidad de comprar algún pack combinado de varias atracciones que quieras visitar y ahorrarte comprar el billete individual para cada una de ellas.
Vista desde fuera, con su austero exterior, no parece que haya sido una de las basílicas que ha servido de modelo para tantas otras. Y es que lo mejor de todo está precisamente dentro.


Para visitarla no hay ni que descalzarse, ni que cubrirse la cabeza en el caso de que seas mujer. El motivo es muy simple, y es que desde 1935 Aya Sofya es un museo, y por tanto no es lugar de culto.



Actualmente hay algunas presiones para volver a convertirla en mezquita, pero es algo complicado pues ese dinero que deja la visita constante de turistas es demasiado bienvenido como para desecharlo.

Una curiosidad es que su nombre no es el de una santa, sino que su traducción sería "Sagrada Sabiduría". Fue un ejemplo de construcción y durante años sede de la iglesia ortodoxa de Constantinopla. Con la llegada de los cruzados y la expulsión del patriarca para colocar un obispo apostólico romano, se produjo también el saqueo de sus tesoros, muchos de los cuales se encuentran en la Basílica de San Marcos de Venecia. A posteriori y durante 500 años se convirtió en la mezquita principal de Estambul  para, como hemos dicho, convertirse en museo más tarde.

Una vez vemos la planta principal, podemos ascender al primer piso para visitarlo.


Damos la vuelta que nos permite ver tanto la propia Santa Sofia desde arriba, como los exteriores que son también bastante espectaculares. Podemos ver otras mezquitas cercanas y ver como todas ellas se parecen en cierta manera a este edificio, no es casualidad pues todas siguen sus esquemas arquitectónicos.



Durante casi 1000 años fue la iglesia más grande del mundo, hasta que se construyó la Catedral de Sevilla. A día de hoy sería la mezquita más grande de Estambul  si no fuese un museo y sería la cuarta iglesia más grande del mundo por detrás de San Paolo en Londres, San Pedro de Roma y la Catedral de Milán.


A Martí lo que le impresiona es el amplio mármol por el que puede revolcarse y correr, suerte que no es una mezquita que si no ya nos habrían invitado a salir :-)
Al final ni eso le emociona y decide esperarnos impaciente por ir a comer ya que su estómago dice que ya va siendo hora.


Seguimos la recomendación del blog Viajeros Callejeros y vamos a un restaurante cercano que es el Gulhane Sark Sofrasi y la verdad es que os lo recomendamos. Al entrar y ver que no había mucha gente y que por dentro no parecía nada especial, pensamos que igual no era la mejor opción, pero la realidad es que todo fue excelente. La comida genial, buena cerveza fría, el personal más que atento. Nos invitaron a un té de bienvenida, a Martí le trajeron un zumo de fruta con bengala incluida y varios colores para dibujar y algún juguete. Total que salimos encantados del restaurante.


Ya con la barriga llena, nos decidimos por coger el tranvía e ir hacia la zona de Puente Galata primero y luego hasta el final de zona para poder coger el funicular e ir a Plaza Taksim.



El Puente Gálata cruza el Cuerno de Oro (Haliç) entre Gálata y Eminönü y es una de las zonas más animadas de la ciudad por su proximidad a bazares de especias, los muelles del ferry y la orilla donde hay decenas de pescadores a todas horas (es una imagen curiosa). En este mismo puente encontráis en la parte inferior varios restaurantes bastante concurridos. Nosotros no los probamos, pero al parecer son bastante recomendables.


Seguimos con el tranvía hasta el final de trayecto, cruzando el puente y vamos hasta Kabatas que es la última parada del tranvía. Allá se pueden coger algunos ferrys para recorrer el Bósforo pero en nuestro caso hemos decidido subir al funicular para que nos lleve a Plaza Taksim y de allá iniciar una ruta de descenso.


Esta plaza sería el corazón de la Estambul moderna. Situada en la parte europea de la ciudad, en un importante distrito comercial, turístico y de ocio. Una curiosidad es el significado de su nombre que es "distribución" y es porque cerca estaba un enorme depósito de agua que distribuía el agua a los barrios nuevos de esta ciudad. También esta plaza ha sido escenario de las famosas 3 semanas de protestas contra el gobierno turco en la primavera de 2013, el motivo que las iniciaron fue el intento de demolición del parque Gezi para convertirlo en centro comercial..

De ahí empezamos la ruta por la concurrida Istiklâl Caddesi (avenida de la independencia). Vía principal de la zona peatonal del barrio de Beyoglu que seria la zona más cosmopolita de la ciudad. La calle tiene la gracia  de estar muy concurrid aunque muchas tiendas son las que encuentras en la mayoría de calles similares de cualquier ciudad y sí que tiene una oferta de bares y pastelerías a la que es difícil resistirse.


No iba a ser todo dulces, así que también cogimos provisiones para la merienda de Martí. Una paraditas de frutas muy pijis, que te cortaban la frutita y la colocaban en un recipiente previo cobro al peso a un precio nada barato.


Lo mejor de la calle es la animación. Vemos que también sube un tranvía antiguo por esta calle, con lo cual igual es una buena idea para que tengáis en cuenta para subir, en lugar de ir a Kabatas al funicular, poder coger este tranvía y hacer el recorrido en él.
Os dejo un vídeo de otra curiosidad, vendían una especie de helados que amasaban un par de jóvenes gritones, había varias tiendas similares y daban un punto menos comercio europeo al lugar.


Nos paramos en uno de los bares para repostar energías y ahora que Martí ya se ha despertado, aprovechar para merendar la fruta. Allí conocemos a un chico local que tiene muchas ganas de hablar y de demostrarnos lo mucho que le gustan los peques. Además nos explica un rollo buenísimo sobre el porque encuentra tan beneficioso rezar a las 06:50 de la mañana: agachando la cabeza para el rezo a primera hora, activas la sangre hacía el cerebro y seguro que piensas mejor, estás más enérgico, etc....vamos que era la leche! No nos acabó de convencer pero nos reímos un rato todos juntos.

De ahí continuamos recto el trayecto hasta Galip Dede Caddesi, una calle llena de tiendas de instrumentos musicales; para luego seguir para  la zona de los burdeles Yüksem Kaldirim Caddesi. Estas zonas son muy concurridas y con bastantes bazares más pequeños y con algo más de encanto que las tiendas de la calle principal.


Llegamos hasta la Torre Galata, una construcción de 61 metros de altura y 140 metros sobre el  nivel del mar. Ofrece muy buenas vistas del Bósforo, el Cuerno de Oro, Gálata y Eminönü y es recomendable subir. En nuestro caso se quedó pendiente por la hora y será una excusa perfecta (entre muchas otras) para volver a esta ciudad y poder ver un atardecer desde ahí.


Decidimos coger el tranvía y volver a la zona de Santa Sofia para verla iluminada por la noche y aquí os dejamos un vídeo que no hace mucha justicia a lo bonito de la zona en hora nocturna pero que incluye un audio de una llamada a oración que pensamos os puede interesar.


Nos vamos para nuestro apartamento cogiendo la idea de lo que cenaremos hoy....como irnos sin un kebab? David se encarga de las provisiones mientras Martí y yo nos acomodamos.
No es la mejor cena para nuestro aniversario pero es la que más nos apetece a nosotros :-)


Empieza un nuevo día y estamos todos deseando seguir con nuestras visitas. Hay muchas cosas para ver que hemos decidido dejarlas pues con el tiempo que tenemos y que vamos a unos horarios que debemos ajustar al peque, descartar las prisas es la mejor opción. Al final del post os añadiré una lista de recomendaciones que me servirá también para recordar aquellos sitios que debemos visitar en la próxima ocasión jejeje.

Nos dirigimos nuevamente hacia el hipódromo, hemos decidido darnos un buen desayuno en alguno de sus barecitos al sol y puesto que no hay tráfico se  convierte también en un buen lugar para que Martí pueda correr.

En uno de los extremos está el Alzer Café que además también es un hotel con muy buena pinta. Tomamos nota para una próxima visita pues ahora ya empezamos a replantearnos lo del Airbnb puesto que Martí empieza a ser más grande.

Ya con las pilas a tope nos vamos a visitar la Mezquita Azul o Sultan Ahmet Camii. Tanto el exterior como alguna parte del interior está en obras y desmerece un poco el tema, pero aún así es espectacular.


Esta mezquita tiene una peculiaridad que la hace diferente, pues es la única de la ciudad que tiene una cúpula con seis minaretes que es desde donde se llama a la oración.
Al ser un lugar de culto las mujeres se han de cubrir la cabeza para entrar y ya dentro te proporcionan una bolsa para poder poner tus zapatos (esto sea el sexo que sea y la edad que sea)


Entras por la puerta lateral, sólo los fieles lo pueden hacer por la principal (ahora en obras). El interior es realmente impresionante, sus más de 20.000 azulejos de Iznik que cubren la parte baja de las paredes son los responsables de que se conozca como Mezquita Azul.

Martí lo pasó en grande. Nuevamente tenía un espacio amplio, podía hacer fotos con la cámara imitando a los turistas y a mamá y papá y encima estaba enmoquetado y él descalzo....diversión total!


Salimos nuevamente por el lateral. Esta zona enlaza con unas maravillosas vistas a Santa Sofia y de ahí vamos a visitar el Palacio de Topkapi.


Las vistas ya son bonitas, pero estos dos pivones las hacen incluso mejor
Las entradas del Palacio se compran al llegar y puedes elegir entre varias opciones en función de si incluyes o no el harén u otras visitas.
En nuestro caso la entrada fue simple pues sabíamos que no podíamos abarcar mucho y que la hora de comida del peque nos iba a marcar el tiempo.
Se trata de un recorrido por el suntuoso palacio, el sugerente harén, el tesoro imperial y todo lo que ayude a revivir el esplendor del Imperio Otomano..

Una vez cruzas la puerta imperial Bab-i Hümayun, empiezas a encontrarte el primer patio donde está el harén, el divan y el tesoro que alberga la colección de armas.


Para Martí lo más interesante estaba fuera de cada una de esas salas, pues habíamos comprado palitos de pan  y era una diversión poder alimentar a todos los pájaros del lugar.


Todas las salas son accesibles y vale la pena ir entrando y viendo la decoración, los espectaculares suelos y ventanas talladas, etc


Si cruzamos la siguiente puerta, vamos a unos nuevos jardines donde se encuentran diferentes estancias a las que puedes entrar: sala de audiencias, biblioteca, sala de reliquias, sala de circuncisiones, etc


Ya sólo nos queda acceder al último patio y observar las vistas que nos ofrece de la ciudad y como ha llegado una hora determinada irnos a comer.

Nos hemos quedado con ganas de vistas, así que nos vamos hacía una de las recomendaciones que nos hizo un compi de trabajo (hello Xavi! merci per la informació, com ens va agradar continuarem fent cas de les que ens facis a futur ;-) ) y decidimos comer en el Panoramic Restaurant.


El resultado es que llegamos sin que haya nadie (es lo bueno del horario infantil) y podemos elegir mesa a nuestro gusto. Una vez más un servicio excelente, mil atenciones para Martí, una comida muy rica y las vistas pues ahí os dejo alguna imagen que nuevamente no hace justicia porque al vivo era genial.


Después de la comida es la hora de la siesta del peque, así que aprovechamos para ir de limitadas compras (no tenemos espacio en maletas) y ver lo animado de los mercados.
Primero nos vamos hacia Galata con el tranvía y visitamos el mercado más local que está en el exterior junto con el famoso Bazar Egipcio.
La plaza que acoge la Yeni Camii o Nueva Mezquita (sólo tiene 400 años) está más que animada. Hoy es sábado y además hace un día espectacular para esta época, por lo tanto el ajetreo está asegurado...pronto sabremos hasta qué punto.


Miramos de acceder al bazar local: primero todos juntos, luego yo sola y David se quedaba con Martí que iba dormido en el carro, luego por otra de las calles de acceso yo sola...total que os dejo una muestra de porqué no conseguimos pasar de unos 15 metros máximo.


Total que decidimos comprar pistachos, hacernos alguna foto de recuerdo con sonrisa y cara de circunstancias y huir corriendo de ahí.


Justo al lado está el Bazar Egipcio o Misir Çarsisi. En este caso un lugar mucho más turístico y cubierto y vimos que más tranquilo pero la verdad es que no nos quedaban muchas ganas de voltear por tiendas donde nos llamaban para comprar.


No vamos caminando y dejando que el peque duerma y nos decidimos por visitar una de las cisternas de la ciudad. En este caso elegimos la Cisterna Serefiye, os dejo el enlace aquí para que os hagáis una mejor idea.
Esta cisterna se encuentra en el centro de una pequeña plaza muy agradable y algo fuera de la zona más turística, bajo una estructura de cristal en forma de cubo. Para acceder hay unas empinadas escaleras, pero por suerte disponen de ascensor para facilitar el acceso a carros
Actualmente se utiliza como sala de exposiciones, durante nuestra visita no había ninguna pero el lugar vale la pena ir a verlo y se visita en muy poco tiempo pues no es más que la sala que se ve.


Decidimos que aunque no tenemos mucho que comprar, no podemos marcharnos sin visitar el Gran Bazar, así que nos vamos para ahí. Es uno de los mayores y más famosos bazares cubiertos del mundo donde 4000 tiendas se ordenan por sus laberínticas calles y donde trabajan unas 20.000 personas intentando vender todo lo vendible.


Ropa, souvenires, bares, decoración, alfombras, pieles, etc. Se mira de mantener el orden otomano y miran que en cada calle se venda un tipo de producto pero cada vez más proliferan tiendas de ropa occidental y de objetos destinados al turista.


Hechas las compras ha llegado el momento de otro de los imprescindibles de Estambul. No podía irme de la ciudad sin ir a un hammam. Puesto que no pueden ir niños y que a David tampoco le hacía excesiva gracia, elegí un hammam cercano al apartamento ya que ellos se quedarían descansando ahí mientras yo disfrutaba de mi masaje.
Fui al Gedikpasa , en principio recomendado por nuestro casero y que en la web indicaba que era un hammam histórico y "real". Os dejo el enlace AQUÍ


La primera impresión fue "yo me largo de aquí". Después de pasar la entrada que veis me encontré una sala con un trío de hombres charlando y una mujer que no sonreía ni que yo enseñara mis mejores dientes y me iba ofreciendo alternativas con cara de "decídete y empecemos ya rubita"
Total que ya que había decidido quedarme le dije a todos los extras que sí: masaje, aceite perfumado y no se que más...vamos un completo en toda regla como esas hamburguesas de McDonals que no puedes morder porque tu boca no da para tanto,
Entro en una cabina, me desnudo, yo con mi bikini que iba preparada para la ocasión y me llevan a la sala principal que es la zona de mármol pero me dicen que para la sauna primero. A mi la sauna seca que no me va, pero yo había escogido el completo así que para allá. A la super simpática le digo que ella me avisa pues que no tengo como saber que han pasado 10 minutos y me dice que ok. Yo creo que me dejó allí la tira, se me hizo eterno...pero había pagado el completo y era mi super momento a solas y con masaje, así que aguanté.


Me sacan, agüita y te van lavando, te tumban y masaje con un guante exfoliante que mola mucho. El paso siguiente es que pasas por la ducha a quitarte los grumos o montañas de pieles muertas que hay repartidos por todo tu cuerpo (ahora ya se porque estaba seria la mujer) En realidad las que practicaban los masajes eran otras, también en ropa interior pues estás en una sauna turca y tienen unas manos con dedos como chistorras.
Ahora sí, masaje con espuma de jabón por todo el cuerpo: un GUS-TA-ZO. Y como tengo el completo (lo he dicho ya) pues también acabamos con masaje con aceite caliente por todos lados: AMO a esa mujer!!
Al acabar puedes optar por algo más de sauna (paso) o meterte en la piscina templada que eso sí que me apetece.

Después de esto ya sólo queda recoger a la family e irnos a cenar para celebrar esta última noche. Decidimos acabar donde empezamos y vamos a la misma zona de restaurantes de pescado en Kumkapi. Esta vez es sábado y el panorama no tiene nada que ver con lo que había entre semana. No hay descuentos, no hay mesas libres, no hay calma. Pero si que hay gente, música por todos lados y sigue estando la mejor compañía.


Ahora ya sólo queda volver al apartamento y descansar. Mañana toca madrugar para ir al aeropuerto. Hemos reservado un taxi que en este caso nos llevará hasta el aeropuerto de Sabiha Gökçen en el lado asiático y sólo nos queda pendiente hacer la lista recordatorio de los lugares que nos han quedado en el tintero.
  • Hacer un ferry por el Bósforo
  • Cruzar a Usküdar y ver un atardecer
  • Subir a la Torre Galata
  • Tomar te en una de las terrazas del Parque Gülhane
  • Visitar la Mezquita de Solimán
  • Ir a ver la Iglesia de San Salvador en Chora
  • Visitar la mezquita de Eyüp Sultan
  • Ver el barrio de Kadiköy
Total, que ya tenemos alguna cosita reservada para el día que volvamos y sólo nos queda unas horitas de avión y home sweet home

Y todo esto, pequeño Martí, es lo que todavía nos queda por ver.

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