23 de agosto de 2020

Benabarre y el Congost de Mont-Rebei desde Huesca

Este año creo que será recordado por casi todo el mundo como el verano que hicimos vacaciones nacionales por miedo a volver a ser confinados en algún lugar remoto. Y es que sí, este 2020 ha sido un año realmente excepcional y el  p.... coronavirus ha marcado nuestras vidas en todos los aspectos.


En nuestro caso descartamos salir fuera, de hecho dudamos de salir a ningún sitio pues desde marzo habíamos ido cancelando destinos: viaje a Madrid cancelado, idea de viaje a los Dolomitas descartada, viaje por Zamora también out, Lleida con rebrote.....total que nos decidimos por irnos con La Bicha a Benabarre donde hay un mini camping la mar de apañado y desde ahí movernos para hacer excursiones y aprovechar para respirar aire de montaña.

El domingo, después de haber cargado furgo hasta con leche de avena, salimos para nuestras esperadísimas vacaciones juntos. Elegimos el pueblo de Benabarre para establecer el campo base y recorrer algunas zonas de alrededor, un antiguo pueblo con un pasado señorial y que a fecha de hoy es la capital de la Ribagorza Oriental. a 782 metros de altitud se sitúa en las puertas del Pirineo oscense, rodeado de las sierras del Castillo de Languarres y la sierra del Montsec de l'Estall.

Imagen obtenida en Google

El Camping Benabarre está situado en la población con ese mismo nombre, tiene pocas plazas, con parcelas amplias y con árboles que necesitan un poco más de tiempo para crecer y hacer buena sombra. Si sólo queréis para una noche y pasáis de camping, muy cerquita hay un parquing estupendo donde se puede pernoctar y tiene unas estupendas vistas al catillo, no tiene pérdida pero si os despistéis podéis preguntar por el lugar donde ponen el mercado.

Dispone de restaurante que aunque no es del propio camping, hace servicio y además de hecho es la recepción del propio camping. Ahí tienes piscina que puedes usar, pistas de tenis, de futbol, etc.

El pueblo tiene algunos puntos interesantes. Destaca el Castillo de Benabarre que además veíamos iluminado cada noche. Puedes visitarlo por el día comprando el ticket por 2 euritos, o hacer alguna de las visitas guiadas nocturnas que ofrecen un par de días por semana. 


Se trata de una edificación musulmana con una amplia historia con protagonismo durante la gran época de esplendor del Condado de Ribagorza. Testigo de la Guerra de Ribagorza, después de las guerras de Independencia y Carlistas y a fecha actual todavía en pie para ser visitado.


Desde él hay unas espectaculares vistas de la zona, no os perdáis el recorrido entero y disfrutad de lo que os ofrece.


Otro lugar de interés es la Fábrica de Chocolate Brescó, está en la misma carretera. En este caso no se permitía visitar por el tema covid, pero hay igualmente una tienda/cafetería que vale la pena visitar y consumir un buen chocolate a la taza o alguno de sus dulces (si os gusta el cabello de ángel hay uno bien rellenito que quita el hipo). En el centro del pueblo hay una pequeña tienda de esta misma gente, pero creo que desplazarse hasta la fábrica vale la pena.
Justo al lado de esta que está en la carretera, hay también una quesería que en situación normal también es visitable.


Se puede visitar también la Iglesia parroquial de Nuestra señora de Valdeflores y San Miguel Arcángel.


Pasear por el pueblo es una  gozada  y nosotros miramos de comprar en las tiendas locales como la carnicería de la plaza principal al lado de correos, el super del pueblo con jabones naturales buenísimos o la panadería con unas dependientas super agradables.



Después de pasar nuestro primer día de visita en el propio pueblo, de que Martí disfrutara con su bici por las subidas y bajadas, las calles adoquinadas y los arcos con fachadas de piedra, tocaba ir a dormir a nuestra furgo (no sin antes una sesión de yoga aéreo) y que Martí estrenara el invento del avi y durmiera por primera vez en la parte superior de la furgo.

Para recorrer los alrededores, dependerá mucho del vehículo que llevéis y vuestras condiciones físicas para caminar. En nuestro caso tuvimos un intento fallido de visitar uno de los sitios que más nos apetecía que es la Muralla de Finestras. Que sepamos hay dos caminos para ir, uno desde un desvío algo antes del pueblo de Estopiñán (es el que intentamos) y otro es camino a Viacamp que también está indicado. La realidad es que se ha de ir o en 4x4 o bien ruta de unas horitas caminando, el resto es una locura que nos obligó a dar la vuelta en mitad del camino y que nos hizo pasar un mal rato.

Imagen obtenida en Nuevatribuna

Optamos por una carretera más asequible para nuestra "Bicha" y nos dirigimos al norte por la N230 que va resiguiendo el río Noguera Ribagorzana y va ofreciendo ya en su recorrido unas geniales vistas.

Seguimos carretera hasta llegar a Sopeira y el precioso Embalse de Escales. Pueblo pequeñito, fácil de recorrer, con piscina municipal por si os apetece pasar el día.

En el pueblecito donde predomina las vistas del pantano que tiene alguna pasarela de acceso y que puedes bordear haciendo una pequeña excursión.



 También es importante el monasterio de Santa María y San Pedro de Alaón.

Tenéis algún restaurante-bar con terraza con buenas vistas y cocina casera y también un merendero a la orilla del río (pasadas la piscina y pistas de futbol) donde podéis hacer picnic a la sombra.

Nos llamó la atención la clase de pesca que había en la zona deportiva, no acostumbrados a la pesca de río resultaba bastante curioso.

Muy cerquita de Sopeira está el pueblo de Arén que es donde nosotros fuimos a comer. En este pueblito está el Museo de los Dinosaurios que puede ser interesante si viajas con peques. En nuestro caso y gracias al covid, no fuimos puesto que no se podía interactuar ni tocar nada y por lo tanto perdía parte del atractivo.

Imagen de Google

Seguimos ruta visitando Montañana, un pequeño desvío de la N-230 te lleva hasta este precioso pueblo de montaña. No confundir con Puente de Montañana que está justo al otro lado de la carretera del desvío que os menciono y que además os hace pasar por encima del puente.

Lo primerísimo que tendríais que hacer si vais a Montañana es aparcar el coche en la entrada del pueblo donde está la Oficina de Turismo. No se puede circular con vehículo por el pueblo y además no hay ninguna tienda ni restaurante, así que si no lleváis nada coged alguna provisión en la máquina que hay en la oficina de turismo que os indicaba. 

El chico que lleva la oficina es super amable, a nosotros nos ayudó muuucho cuando nos quedamos tiradillos con la "bicha" por falta de batería (para saber más de la historia sólo resumir que al final era un borne pero la liamos a empujar, a poner pinzas, etc) Así que si vais corresponderle con la misma amabilidad. Además hacen excursiones guiadas donde os van narrando las historias del pueblo.

El conjunto monumental de Montañana es un lugar único, un enclave medieval sin casi alteraciones hasta la actualidad que te hace saltar atrás en el tiempo unos 800 años y asomarte a la vida de la Edad Media cuando la villa era una importante sede de los caballeros Hospitalarios.



Dominando el conjunto se ubica la iglesia románica de Nuestra Señora de Baldós, construida entre fines del siglo XII e inicios del XIII. Tiene adosada una torre de inicios del gótico.


Seguimos la ruta una vez arreglado el tema de los bornes de la Bicha. Como os decía antes, justo volviendo a la N230 está la población de Puente de Montañana donde, una vez pasas el puente, accedes a la parte catalana de la zona y sería una carretera increíble para volver a casa...pero eso no toca hasta dentro de unos días.

Otra de las excursiones para hacer por la zona y uno de los motivos de venir aquí, es visitar el Congost de Mon-rebei. Esta zona tiene un acceso por la parte de Lleida en la zona de Cataluña y otro acceso por la parte de Huesca que es la que nosotros elegimos puesto que nos quedaba más cerca.


Para quien no sepa que es el Congost de Mont-rebei, decir que es una de las rutas más espectaculares de Cataluña, el único gran desfiladero del territorio virgen. 


La parte catalana es un estrecho recorrido que sigue una ruta excavada en 1982 en la roca siguiendo el cauce del río Noguera Ribagorzana.


La otra parte a la que se cruza por un puente colgante denominado del Barranco de Sant Jaume y que sería la parte aragonesa donde unas más que vertiginosas escaleras de pared denominadas las escaleras de Montfalcó.


Para recorrer el Congost hay varias opciones. La mejor es evidentemente a pie, en nuestro caso quedaba descartada por ir con el peque (no se recomienda hacerla con pequeños bajo ningún concepto). Mucha gente opta por hacer ida a pie y vuelta en kayak. Los alquilan allí mismo y es necesario pensar que según la época está llenito de gente que al igual que tu, ha elegido esa opción. También hay la opción de hacerlo en catamarán, que sería nuestra opción en esta ocasión pues vamos con un super peque y se nos han unido para esta excursión la iaia y el avi.


El acceso por la parte catalana está en bastante mejor estado que el acceso por la parte de Huesca, al parecer hay un proyecto de ir asfaltando trozos hasta llegar a tenerlo completado, pero de momento el covid ha hecho que se demore el inicio de esas obras y la verdad es que la carretera está bastante deteriorada.


Si te quedas con más ganas de montaña, otra ruta interesante para hacer es el Congosto de Cajigar, esta mucho menos exigente y que se puede hacer con peques sin problema.



Sale desde la población de Tolva y está super bien indicado, de hecho han señalizado con toda una serie de piedras lilas y amarillas que son un cante, pero que ayudan a crear un juego con los peques para ir avanzando en el camino.


Se trata de un desfiladero de 2km de longitud y 50 metros de desnivel y es agradable de hacer en verano por las múltiples sombras que hay.



Una vez llegas al congosto, hay opciones de hacer barranquismo, no adentrarse con los peques o si no llevas el material puesto que hay saltos de hasta 8 metros de altura.

Imagen Albergue Montfalcó

Lo que me dejé por ver de la zona


Como en muchas otras ocasiones, nos quedaron cosas por ver. La lluvia hizo que acortásemos nuestras vacaciones, siempre sabiendo que nos dejábamos mucho camino por recorrer.
Como siempre hago lista para acordarme en mi próxima visita y también para que os sirva.

  • Ruta circular de Chiriveta.
  • Visita al pueblo de Graus
  • Visita al pueblo de Campo
  • Ir a ver el Monasterio de Obarra
  • Subir a la Hermita de Santa Quiteria.
  • Ruta circular del Valle del Isábena.

Seguro que nos queda mucho más, por eso espero ir rellenando con recomendaciones que vaya encontrando o que me vayan haciendo.

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