Ruta por Bélgica: Gante

Gante

Llegamos ya de noche, justo delante de la estación hay diversas paradas de tranvías y entre ellos las dos opciones que nuestra anfitriona Gwendolien nos había indicado: el 21 o el 22 dirección Kouter. Como no sabíamos como comprar el ticket simplemente subimos y ya está.....qué mal!!! En unos minutos llegamos a destino, nuestro apartamento abuhardillado a unos minutos del centro, muy bien arreglado y super cómodo. Os dejo el link de Airbnb donde lo reservamos y la dirección que es C/ Galgenberg, 31.

Esa noche simplemente aprovechamos para ir a comprar lo necesario  y puesto que el supermercado estaba de camino al centro, aprovechamos para ver un poco de éste, la noria iluminada, los barecitos con encanto y un poco del agradable ambiente que nos encontraríamos en esta ciudad.

Una cosa que nos llamó la atención es la existencia de pequeñas tiendas donde tienen un poco de todo lo de primera necesidad, que abren cuando los supermercados cierran, con lo cual no se hacen la competencia y tienes opción de comprar si te olvidas algo o llegas a altas horas de la noche. En nuestro caso teníamos una justo en la esquina, pero puesto llegamos a tiempo para el gran super, no la tuvimos que usar.

Para visitas la ciudad lo mejor es moverse a pie. Tienes la opción de comprar la City Card turística, existe la modalidad de 48 hrs (30 euros) y la de 72 hrs (35 euros), las venden en la Oficina de Turismo, un edificio que siempre vale la pena visitar en los viajes, pero en este caso más puesto que el edificio en sí ya es una obra interesante, además dispone de mapas, libritos explicativos en varios idiomas, rutas y todo ello gratis; tiene también una zona virtual bastante curiosa, una zona con asientos y vistas a un canal donde puedes planificar tu día, etc. Iría bien una de 24 hrs pero no es el caso hasta la fecha.

Nosotros cogimos la información pero no compramos la City Card puesto que no era un viaje para ver muchos museos, y yo iba a subir sólo a uno de los edificios puesto que era el primer viaje de Martí en la panzita y no me permitía según qué cosas (poquitas, la mayoría se pueden hacer cuando tienes la suerte de encontrarte genial...y este es el caso. Dedicado a los que me decís que se acabaron los viajes...jajajaja)

Visitar la ciudad es bastante cómodo y sencillo. La mayoría de lugares destacados se aglutinan por la zona centro que puede (casi que diría debe :-) ) hacerse a pie. Un paseo muy agradable sea la época del año que sea.

El punto de inicio de cualquier ruta sería el Puente de Sant Miguel, desde el cual hay unas vistas más que bonitas de los principales monumentos del centro histórico. Delante serían las vistas de las tres torres de la zona: la Iglesia de San Nicolás, el Campanario Municipal y la Catedral de San Bavón.

Si miramos hacia uno de sus lados, vemos también el impresionante Graslei y el Korenlei con la Lonja del Pescado. Este sería el corazón del casco histórico gantés. Unos muelles donde antiguamente crecían las actividades comerciales y que acabaron por convertirse en el puerto de la ciudad. A fecha de hoy es una ambientada zona de turistas, locales y estudiantes; llena de terrazas y bares donde poder tomar algo mientras observas sus maravillosas fachadas. Vale la pena visitar ambos lados.

Vale, el frío no dejaba que las terrazas fuesen la mejor opción..pero imaginación al poder: yo me imaginaba ahí con una cervecita fría y viendo pasar los barcos.

Nosotros decidimos hacer nuestra primera incursión a las alturas, así que tanto David, como Tina como Martí (vale, este último iba en barriguita y no tenía mucho esfuerzo para hacer) nos decidimos a visitar el Castillo de los Condes de Flandes que está justo delante de la Oficina de Turismo.

Sorprende ver un castillo en el centro de una ciudad pues parece que los tengas que imaginar a las afueras. Tras su restauración en la Expo de 1913 quedó y se mantiene como atracción turística. El interior alberga una exposición de instrumentos de tortura y el Museo de la Armas y lo bueno son las vistas que ofrece.

Decidimos que es un buen momento para adaptarnos a los costumbres norteñas y comer a una hora tempranita. Nos decidimos por el resturante Amadeus (al parecer hay más de uno en la ciudad) y la elección fue buena así que os lo dejamos aquí por si os apetece probar.

Paseamos por el centro hasta la plaza Korenmarkt y visitando la Iglesia de San Nicolás (s XII) patrón de los comerciantes y de los marineros. Un ejemplo de gótico que los comerciantes irguieron para demostrar su poder.

Si llegamos al final de la plaza encontramos una curiosa edificación que es el Pabellón Municipal realizado en 2012. Una curiosa estructura de tejado de 40 metros con 1600 ventanillas que los habitantes llaman en lugar de Standchal (Pabellón Municipal) schaapstal (establo de ovejas)...adivináis el motivo viendo la foto?

A escasos metros está el Ayuntamiento de Gante. Un edificio que mezcla tardío gótico flamígero y una zona renacentista. Todo ello da una peculiaridad digna de ver al edificio.

Vale la pena visitarlo desde varios puntos de vista , lo haréis aunque sea de manera involuntaria si seguís el itinerario lógico para ir visitando otros de los monumentos de la zona antigua de la ciudad.

Para aquellos que quieran tener las mejores vistas panorámicas de la ciudad, no deben perderse el subir a la Torre Belfort o Campanario Municipal. Estos campanarios municipales de Flandes y Francia eran el símbolo por excelencia de libertad, poder y prosperidad de las ciudades. A menudo se instalaba el archivo municipal, la caja fuerte del ayuntamiento y en ocasiones la cárcel. En la torre se encuentra el famoso Dragón de Gante que es el emblema de la ciudad.

No muy lejos queda la calle de los grafitis o Werregarenstraatje, surgida como un proyecto temporal en las Fiestas de Gante de 1995 se ha convertido a día de hoy en una atracción turística más. De vez en cuando encalan la calle para dejarla nuevamente como un lienzo en blanco donde nuevamente los grafiteros van a estampar su huella con una única premisa : respetar las obras mejores que las tuyas!

Imagen obtenida de Google-Flickr

Si retomamos camino llegamos hasta la Catedral de San Bavón, la iglesia más antigua de la ciudad que se puede visitar de manera gratuita.

Ya sólo nos queda callejear un poco sin ruta definida para poder ver un poco más de esta ciudad al atardecer. Os dejamos algunas imágenes que esperamos os hagan despertar ganitas de ir a visitarla.