16 de enero de 2017

Ruta por Bélgica : Brujas

Hoy nos vamos a visitar la hermosa ciudad de Brujas, una de las ciudades medievales más bonitas de Europa. Viajar a Bélgica y no visitar esta hermosa ciudad es casi un pecado.

El casco antiguo de Brujas, Patrimonio de la Humanidad (como no) es bastante asequible para visitar en 24 horas y aunque lo ideal es poder quedarse más tiempo, no era nuestro caso y teníamos que concentrar nuestra visita relámpago desde Gante (ver post AQUÍ)

La pregunta es ¿qué ver en Brujas en un día?

Al salir de la estación de trenes, lo primero que encontramos es el Parque Minnewater. Se trata de un encantador parque que en otros momentos fue un pequeño puerto. A día de hoy, canales, puentes, vegetación y algunos edificios de ladrillos dan la magia del lugar. Tanta era la magia que incluso presenciamos una pedida de mano en toda regla, de esas con rodilla hincada en suelo y sonrisa nerviosa.

Seguimos caminando por los rincones del parque, viendo alguna de las casas que a nosotros nos parecen de cuento pero que son la arquitectura tradicional de la zona. La limpieza, el cuidado y el orden parece que van a ser un denominador común a lo largo de nuestra visita.

Al lado del Lago del Amor donde se declaraban nuestros amigos, está el Beguinaje , una encantadora zona histórica. Las beguinas eran mujeres, habitualmente viudas, que hacían una vida religiosa ayudando a los demás pero que debían instalarse fuera del convento.

En total hay 13 beguinajes flamencos considerados Patrimonio de la Humanidad y este es uno de ellos y genialmente conservado. Data de 1245 y consta de 30 casitas blancas de los siglos XVI a XVIII, una iglesia barroca y la Iglesia gótica de Santa Isabel.

A día de hoy todavía viven mujeres en esta comunidad. Hay una de las casas que es museo y que ayuda a entender su forma de vida. También hay una tienda cercana de la que me gustaría saber la opinión de las residentes.

Si seguimos ruta hacia el centro, nos topamos con la Iglesia de Nuestra Señora de Brujas, una iglesia de época medieval con una formidable torre de ladrillo que es la segunda más alta del mundo. Dentro está la Madonna de Brujas, una escultura de Miguel Ángel que es de las pocas que se conservan fuera de Italia.

Los rincones que vamos encontrando parecen de cuento, o mejor dicho, del aspecto que nos explican que tienen las ciudades de cuento donde todo está perfectamente integrado con el conjunto.

Alguna fuente peculiar por la zona, que parece anunciar lo que en breve encontramos, y es que las rutas turísticas en coche de caballos era lo que le faltaba al sueño bañado de "romanticismo" que nos envolvía.



No me digáis que no hay rincones donde vale la pena invertir un ratito de tranquilidad.



Hacemos parada para comer. Hoy toca probar uno de los platos típicos de la ciudad, casi del país, que son los mejillones. Aquí los sirven como plato principal, al contrario de lo que nosotros estamos acostumbrado. Nuestro lugar elegido fue el Restaurante Jan Van Eyk donde la cervecita y los mejillones nos encantaron.


Llegamos por fin al Grote Markt, que seguramente es el sitio más emblemático de la ciudad. Una plaza que lleva siendo el centro de la vida de Brujas desde hace más de 1000 años.

Su nombre se debe al mercado que cada miércoles se celebra en la propia plaza. En el centro hay unas estatuas que conmemoran a los héroes de la batalla contra los franceses en 1302, que además simbolizan la independencia de Flandes.

Hay varios edificios singulares como la estupenda Torre del Campanario o Belfort o el Juzgado Provincial,  mires donde mires te quedas bobita.

En la parte trasera está la entrada, se forma una pequeña plaza que además está rodeada de algunas tiendas y locales con encanto. Desde aquí podemos empezar la subida a la torre previa compra de ticket.

Subir los 366 escalones de la torre vale realmente la pena para poder disfrutar de las preciosas vistas superiores. 

Además cada hora puedes coincidir con una de las musiquitas que hay para hacer sonar las campanas.

Justo al lado se encuentra la Plaza Burg, otro de los encantos de la ciudad. En ella está el Ayuntamiento de Brujas que tiene el privilegio de ser el más antiguo de todo Bélgica con 1200 años de antigüedad.

Esta plaza concentraba los máximos poderes de Brujas antiguamente. También está la Basílica de la Santa Sangre que goza de entrada gratuita. En esta basílica se veneran los restos de lo que, según la tradición, es la sangre de Jesucristo, traída a Brujas en época de las cruzadas.

Es un buen momento para callejear y dejarse llevar en algunas de las tiendas que hay por la zona. Además no podemos marcharnos sin ir a alguna cafetería donde probar los famosos chocolates de la zona. 



Seguimos ruta callejeando por las calles de la zona centro, ahora para una, ahora para otra. Por todos lados vas encontrando rincones que valen la pena y que parecen escenario de alguna película.


Llega la hora de ir acabando y lo hacemos con uno de los rincones más fotografiados de la ciudad: Rozenhoedkaai. Significa muelle del rosarios y tiene un encanto realmente especia. Según a qué hora vayas, el agua hace de espejo a las bonitas fachadas que quedan reflejadas formando una bonita imagen.

Si eres de visitar museos, tienes dos alternativas interesantes y diferentes en la ciudad: el Museo del Chocolate y el Museo de las Patatas Fritas. Dos de los productos casi básicos de Bélgica.


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