Nos escapamos a esta ciudad de Marruecos para que Martí descubra un nuevo lugar y para celebrar que hace unos cuanto años que sus primogénitos se concieron un 10 de enero donde una montaña, unas garrapiñadas y una conversación hicieron magia.
En mi caso había estado hace 30 años y como todo, ha cambiado de manera espectacular en muchos aspectos , pero mantiene cosas que no te dejarán indiferentes y que esperemos que sigan 30 años más para poder decir que estás en otro lugar diferente al tuyo.
Pero vamos por partes, y empecemos po ralgunos consejillos prácticos:
- Para viajar a Marruecos sólo necesitas pasaporte, no hay visado y sólo pasarás por el control de inmigración donde te van a preguntar por tu trabajo y por donde te vas a alojar y te pondrán el sellito de entrada (ojo lo ponen siempre en la última página, pero no se porqué, así que agentes de aduanas marroquís , desvelarme el secreto)
- Seguro de viaje, a estas altura decirte que lleves seguro de viaje o mútua con cobertura fuera, es casi decirte que lleves bragas.
- La seguridad en Marrakech es inmensa, pero los carteristas y los timetes están a la orden del día. Ojo donde compras especies para cocinar, si quieres una alformbra todos van a asegurar que son la repera y megabuenas y por eso te piden el precio que piden, etc. Aquí vale más que nunca la expresión aquella de "no es oro todo lo que reluce". También es común que jóvenes y no tan jóvenes te quieran acompañar hasta tu destino y luego te pidan una propina (pueden ser un coñazo) o que alguna joven te coja la mano para pintarte una florecilla de henna que además de acabar ocupándote media mano te cueste alguna propinilla que otra.
- Alojamiento a espuertas, tienes hoteles, riads que quitan el hipo y otros más comedidos. Ojo hay Riads que son aquellas casas que tienen patio interior pero también jardín y luego están los Dar que son las casas que sí tienen patio interior pero no tienen jardín. Muchas se anuncian como Riad pero no lo son. En nuestro caso nos alojamos en el Riad Dar Chadia (AQUÍ) donde nos trataron genial y estaba a dos minutos del centro, pero es una Dar.
- Sobre movilidad decirte que en Marrakech te vas a mover a pie, todo está bastante cerca y el camino es entretenido. Si coges taxi, es super recomendable cerrar el precio al principio de todo. Si vas a hacer alguna excursión fuera puedes optar por alquilar un coche o coger alguna excursión guiada con Civitatis (AQUÍ) o directamente con algún agente local.
- Trayecto aeropuerto a centro, en nuestro caso lo hicimos en taxi reservado directamente con booking que nos salió a 12 euros (eramos 3 personas). El resto de opciones parecian más caras. A la vuelta como ya teniamos el movil del conductor, simplemente le dimos un toque por whatsapp y nos recogió.
- Ojo con las tarjetas de embarque de vuelta. El aeropuerto exigen que tengas impresa la tarjeta de embarque y no vale la que llevas en el teléfono. En nuestro caso volamos con Vueling que en el mismo mostrador del aeropuerto hicimos el checkin sin problema y nos dió las tarjetas, pero no todas las compañias dan el servicio.
- Las opciones de comer en Marrakech son inmensas y para todos los horarios y precios. Hay buenos restaurantes, buenísimos y más modestos. Las azoteas con buenas vistas (mira que tengan zonas de sombra) son una gran opción. Los bocadillos callejeros una via barata de comer. Algunos restaurantes que os dejaremos, serán buenísimos y también el precio es algo que en mi caso no podría hacer a diario. Compartir un tagine o couscous no es mala idea pues los platos son realmente grandes.
- Regatea, regatea y luego regatea. Mira el precio que quieres pagar y empieza ofreciendo 1/3 de lo que piensas. Se amable, aunque puede ser super cansado, has de acabar entrando en el juego ya que es un tema cultural. Saca tu gracia para hacerlo o simplemente pasa de ir de compras.
- Si te despistas y quieres llegar a un lugar, no preguntes a cualquier persona de la calle. Pregunta a un comerciante, a alguien que tenga alguna de las tiendas. NO te pediran dinero y te daran las indicaciones correctas. El único peligro es que te acompañen y te pasen por la tienda de su primo para que eches un vistazo.
- La moneda es el dirham, en nuestro viaje el cambio era 1€=10,14 dirhams asi que el precio era fácil. Por cierto que el mejor cambio es en el Hotel Ali, al lado de la Plaza Yemaa el Fna (AQUÍ), mejor cambio que en propio banco. También es super recomendable llevar una de las tarjetas must para viajar como Revolut que me permitía sacar dinero del cajero sin ninguna comisión y a un fabuloso cambio.
- Hablando de dinero, no se admite tarjeta en todos los sitios, de hecho hay muchos sitios donde no tienen o donde te dicen que no tienen. Además en algunos por pagar con tarjeta te aplican un recargo que puede ser un 2%-3%, asi que es un país donde mejor llevar efectivo.
- Sobre internet te recomiendo que si vas a estar varios dias, cojas una SIM de las mutliples que te van a ofrecer (en la Plaza Yemaa el Fna, en el aeropuerto, etc). El precio es de unos 12 euros para 3 días. Si vas a estar más días revisa Holafly para ver tarifas. Hay wifi en varios sitios, no siempre de calidad, pero es aconsejable por el tema Google Maps o Maps Me que puedas llevar acceso más asequible. Ojo con poner datos moviles si no tienes la SIM, puede ser tu ruina.
- En invierno no hay diferencia horaria, en verano es una menos. Seguramente el inmeso calor de unos 50 grados hace que no vayan al mismo ritmo. Con eso añadiría que es mejor viajar en primavera o otoño que no es verano. En mi caso iba en invierno pero un invierno marroquí, empezábamos las mañanas con chaqueta, al mediodía de manguita corta y al irse el sol volvias a sacar la chaqueta de invierno y el buff.
- Tema alcohol, si eres de cervecita no lo vas a tener fácil y si eres de vino casi que menos. Hay hoteles y algunos restaurantes que tienen alcohol, pero no muchos. Ojo porque al ser un tema prohibido por religión, el gobierno consiente que algíun restaurante tenga alcohol para el turista pero eso implica que ese garito paga un impuesto que es algo elevado. Eso quiere decir que seguramente sea un restaurante o bar más caro que las otras opciones.
- Como siempre os indico, me encanta empezar los viajes a ciudades haciendo un free tour. Lo hicimos con Civitatis, su guía Suat nos acompañó en un recorrido por la Medina. La idea fue genial pues fueron cuatro horas donde nos situamos, nos explicó temas interesantes tanto religiosos como históricos y culturales, cosas útiles sobre compras, el precio y el lugar para comprar buenos dátiles y acabamos en una herbolisteria donde seguro comisiona el tema, pero que si has de comprar algo no es mala idea hacerlo donde te lleve un guía que no puede permitirse quejas. Os dejo AQUÍ la excursión que hicimos.
- Otras cositas para hacer en Marrakech....pues casi de todo, desde ir a un hammam y darte un mimo, hacer un curso de cocina marroquí, irte a ver el desierto en quad o buggy (luego os cuento, fue la leche)
Y ahora que ya os he dejado los consejos básicos, vamos a ver el meollo de la escapada :-)
Plaza Jemaa el Fna
Se trata del corazón de la ciudad, del lugar que si o si has de visitar y que además debes hacer a diversas horas del día.
Es un carnaval en sí misma, es una atracción que además desde 1922 está protegida como paisaje urbano y en 2001 se declaro Patrimonio Mundial de la UNESCO como lugar de intercambio cultural único. Aún así está catalogada tambien por la UNESCO como lugar de grave amenaza pues quieres proteger la esencia, quieren evitar la urbanización y quieren mantener la identidad cultural del lugar.
Me disgustan los centros de ciudades donde encuentras los mismos tipos de bares, las mismas tiendas de grandes marcas, loa mismas burguers y casi que los mismos edificios aunque estés en Europa, en algunas súper ciudades asiáticas y of course las americanas...por eso me gusta que Marrakech tenga una espectacular plaza como centro neurálgico donde sentarse es una gozada y ver todo lo diferente que te ofrece la ciudad: risas, música, gritos llamando tu atención para venderte algo, encantadores de serpientes, puestos de comida a buen precio con sus camareros rezando que tienen gambas de Palamós al ver que eres catalana, puestos de zumos naturales que ya han alcanzado precios de ciudad top europea a unos 2 euros, pero que te ofrecen fruta riquísima, sonrisa y cachondeo y sobretodo amabilidad.
¿Y la noche? Pues la noche es otro espectáculo con cánticos, bailes, reuniones varias de artistas, vendedores en todas las cosas, más camareros que captan tu atención para que elijas su puesto para tu cena, juegos con cañas para ganarte alguna bebida si la cazas, etc
Hay un programa de recuperación que vuelvan los cuentacuentos de Yamaa, un proyecto para que estos personajes que durante años formaban parte del paisaje de la plaza explicando historias y leyendas, sean recuperados y conservados como parte del fabuloso espectáculo de este lugar. Esperamos que en algunso años, se hayan hecho fuertes y hayan conseguido estar presentes dentro de esta variopinta plaza.
El encanto de los zocos
El meollo de esta ciudad está en sus zocos, esas estrechas calles llenas de compras, ventas, regateos, motos que se abren paso entre la gente, productos de todo tipo como lámparas, cerámica, alfombras, hierbas y especies, herreros mostrando su trabajo, madera trabajada, brillo y color, ropa y comida...olores!!! vida!!!
No hay un zoco donde no puedas divertirte y para zoco, el de Marrakech. No debes temer de pasear por sus calles, perderte un poco por sus tiendas forma parte de tu viaje y además seguro que encuentras algo para llevarte a casa. Cuando quieras salir, te recomiendo preguntar a los mismos comerciantes (evita a jovenes que se ofrecen a acompañarte pues seguro que te pedirán dinero). Hay también carteles en los zocos principales que te indican como llegar a la Plaza.
Suelen estar divididos por zonas: alfombras por aquí, trabajos de paja por allá, especias por este otro lado, metal por el otro, son una gozada.
Si que debes ser hábil en el arte del regateo y saber que forma parte de su cultura para no acabar agobiado y también para saber hacerlo con respeto y sin pasarte de listilla.
Mezquita Kotubia
Cinco veces al día, la voz del muecin de la Kotubia se alza sobre el barullo de la Plaza Yamma el Fna para llamar a los fieles a la oración. Verás que si has estado en Sevilla, la torre de esta mezquita te va a resultar algo familiar, pues la Giralda es su hermanita gemela, el trio lo cierra la torre Hasan de Rabat que también75 metros de altura. El minarete preside la entrada de la ciudad antigua, ya desde su construcción en el siglo XII.
A esta mezquita no pueden entrar los no musulmanos, de hecho, en Marruecos sólo pueden acceder a la mezquita de Casablanca. Aun así vale la pena ir a verla, mirar de escuchar alguna de sus llamadas, ver los agueros que acostumbran a estar delante de la entrada y visitar los jardines de la parte exterior- izquierda.
Palacio Bahia
La traducción del nombre de este palacio es "hermoso". Este lugar de 8000 m2 está lleno de mosaicos, marqueteria, trabajos de enyesado y madera cromada...una auténtica maravilla que vale la pena visitar.
Lo mejor para visitarlo es ir a primera hora o a última hora de la tarde y así mirar de saltarse las aglomeraciones.
Podríamos decir que lo forman 4 zonas diferenciadas: los jardines de la entrada (con una sombra que puede ser interesante en muchos momentos), el Petit Riad que es el más cercano a la entrada con unos trabajso preciosos de enyesado, el Cour d'Honneur que sería el centro del palacio y que es un espectáculo al aire libre y el Grand Riad que sería la estancia más antigua y significativa.
La zona del Cour d'Honneur se restauró en el 2018, recuperando sus colores y su precioso mármol italiano de Carrara, todo ello rodeado por una gran galeria con yeso y carpintería de tonos azul intenso y amarillo.
Mezquita el Yazid (la Mezquita de las Manzanas de Oro)
La mezquita se construyó siguiendo la tendencia creada por el sultan Al Mansur, quien fue el artifice de este nuevo distrito de la ciudad, ubicando aquí su sede de gobierno, su residencia y también su lugar de descanso eterno como veremos más adelante.
El exterior de la mezquita es muy bello, arcos de herradura ciegos que coronan sus muros, un minarete en tonos verdes y unas esferas de oro que coronan la torre.
Tumbas Saadíes
El sultán Al Mansur fue tan extravagante de vida como en su muerte. Tras construir el Palacio El Badi en el s XVI, el Rey Dorado transformó una necrópolis ya existente en este fastuoso complejo funerario. Posteriormente quedó cerrado hasta 1917 donde una fotografia aérea hizo que se redescubriera.
La cámara principal del complejo funerario está a la izquierda de la entrada y se denomina cámara de las Doce Columnas. Abundan los decorados geométricos, las bóvedas decoradas en yeso y las columnas de mármol italiano que dan nombre a la sala.
En este monumental complejo hay enterrados importantes principes, reyes y nobles de la época.
La segunda sala en importancia es el mausoleo de Lalla Masuda, la madre del sultán. Una singular tumba empotrada en un nicho d ela parte de atrás del mausoleo y el resto serían tumbas de mujeres importantes de la corte.
Al otro lado de la calle donde desemboca la salida, está el Kasbah Café, donde puedes subir a su terraza a recuperar fuerzas y disfrutar de las vistas. No muy lejos está también el Cafe Clock, por si te apetece probar la hambutguesa de camello o un genial batido de dátiles.
Madraza Ben Youssef
Se trata de la madraza más grande e importante de todo Marruecos y no cerró sus puertas hasta 1960. Una madraza es una escuela para musulmanes, una escuela coránica que en este caso se construyó en el siglo XIV. Es un ejemplo sublime de arquitectura marroquí.
La primera sala oscura, nos lleva a un patio de amplias dimensiones pero de mayor belleza. Suelo de mármol con un estanque central y canales que ayudan a que el agua se desplace.
Dispone de 130 celdas y dió cabida a 900 estudiantes.
Desierto de Agafay
Se trata del desierto más cercano a Marrakech, a tan solo kilométros de la ciudad. Es una buena exceursión para realizar si estás algo cansado del ajetreo y quieres hacer algo más sin destinar grandes esfuerzos.
La especialidad sería poder hacer una excursión en quad o buggy por esta zona. Hay múltiples opciones de empresas que te ayudan a hacerla y en nuestro caso lo hicimos a través de Civitatis.
La experiencia fue super recomendable y disfrutamos pudiendo ver esta zona y recorriendo en buggy los arenosos terrenos.
Alguna paradita técnica para tomar un estupendo te de menta y poder observar la tranquilidad del lugar y el ver camellos por la zona y divertirte con este curioso animal completaron una jornada que sin duda recomiendo hacer con los más peques.
Solo nos queda dar saltitos de alegria :-)
Nuestra lista de restaurantes
Las opciones para comer en Marrakech son muchiiiiisimas. Os dejo aquí algunos de los lugares que visitamos por si quereis coger ideas, pero como os digo hay mil opciones.
- La Cantine des Gazelles. Está situado al lado de la Plaza Jemaa El Fna, en la calle Kennaria. Está decorado todo rosa, tiene una pequeña terraza a pie de calle y no es muy grande (acostumbra a estar bastatne lleno) La comida es buena y los precios son correctos (dentro de lo turístico) Justo al lado hay varias opciones también similares. Si no es un imprescindible, te dirán que no te cobran con tarjeta.
- Zeitoun Cafe. Una opción con vistas a la gran plaza y comida marroquí. El mismo propietario tiene el Amornakoch que está a escasos metros y que suele estar menos concurrido, además su carta incluye comidas internacionales por si ya no te apetece tanto el tagine o el cous-cous. La terraza tiene unas vistas parciales de la plaza, hay cerveza (a precio marroquí, que no es nada barata) y puedes compartir algunos de los platos para dos personas pues son realmente abundantes
- Palais Khum. Es una autentica gozada. Nosotros lo descubrimos para tomar algo pero vale la pena ir a comer. Los precios no son desorbitados y el ambiente y calidad es exquisita. El lugar ofrece tambien masajes y otros tratamientos y además el local es un remanso de paz escondido entre tanto zoco.
- Dar Essalam. Es un poco turísticada pues además de cenar, te ofrecen espectáculo en directo basado en música, bailes tradicionales y danzas de los velos. La comida es buena y también algo cara. Hay cerveza y vino pero como es normal por estos barrios, lo pagas caro. Lo pasamos bien puesto que la noche estaba animada pero no sería un lugar donde repetiría una vez visto (hay que ir alguna vez, eso si)
- Naranj. Se trata de un restaurante libanés en la calle Riad Zitoun Jdid (la calle comercial a recorrer) La calidad muy buena, el servicio excelente, puedes pagar con tarjeta sin problema y es una alternativa a tanta comida marroquí.
- Il limoni Se trata de un restaurante italiano con un maravilloso y calmado patio interior. Comida muy buena y el ambiente es de 10.
- Chez Lamine. Si quieres probar el cordero asado, este sería el lugar para hacerlos. Uno de los restaurantes históricos del zoco. Pequeño y muy concurrido
Y hasta aquí las recomendaciones, como siempre la mejor opción es ir descubriendo lo que los lugares pueden ofrecernos, con algun consejo pero sin perderte la buena costumbre de experimentar.
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