24 de agosto de 2015

Roadtrip de Barcelona a Croacia: Día 9 de Veli Losinj a Krk, Baska y Senj

Hoy toca hacer carretera y recorrer varios pueblos que queremos visitar. Ayer fue un día tranquilo y hoy tenemos las pilas a tope y con ganas de ver cosas nuevas.

Empezamos por acercarnos ya con la furgo cargada a Veli Losinj, a pocos kilómetros de donde hemos dormido en la isla de Losinj. Se trata de un pueblecito pequeño de pescadores, muy pintoresco con casitas en tono pastel que se van combinando en amarillo, azul, rosa, naranja, verde....parece que un decorador haya venido a colocarlas una a una.


Hay un parquing amplio en la misma carretera donde aparcamos y bajamos caminando hasta lo que sería el centro del pueblo: un canal situado en la plaza, con sus pequeñas embarcaciones paradas, mesas de terrazas donde tomar algo y disfrutar de las vistas y preside las vistas la Iglesia de St Antonio y la Oficina de Turismo.
Os recomiendo caminar un poco y disfrutar de un café en alguna de las terrazas o tomar una pasta de la panadería de la calle principal.

Nuestro siguiente destino era dirigirnos hacia el norte, llegar a la isla de Cres donde cogeríamos el ferry en el puerto de Merag para ir a la isla de Krk y visitar el pueblo de Krk y Baska.

Como teníamos tiempo de sobras (según nosotras y nuestro amplio optimismo que nos hacia venirnos arriba), decidimos que antes haríamos una visita al pueblo de Cres y luego ya iríamos a coger el ferry, no llegábamos al que en principio queríamos coger y por tanto aprovechamos para ver esta localidad.


El pueblo nos sorprendió puesto que los comentarios que habíamos oído no eran muy buenos y la verdad es que Cres tiene bastante ambiente, bares, tiendas, calles muy cuidadas, en comparación con otros pueblos hay bastante ir y venir de gente y wifi por todo el pueblo (eso en Croacia no es nada raro pues encontramos por casi todo el país red libre de uso y sin limitación, bastante mejor que lo que tenemos en España a día de hoy). Un puerto medieval, mansiones de estilo veneciano, colinas que envuelven el pueblo, un buen lugar para instalarse cerca o bien para una visita tranquila. Lo más difícil es poder aparcar, no hay mucho espacio donde se pueda pero si varios aparcamientos de pago que no eran muy caros.


Después de un café y un paseo, nos dirigimos hacia el puerto de Merag para tomar ferry a nuestro siguiente destino: la isla de Krk que es la más grande del país y de las pocas que conectan con la península mediante un puente y por lo tanto sin necesidad de coger ferry.

Aquí nos dimos cuenta de nuestro super optimismo, pensábamos que íbamos a triunfar en la cola del ferry como en nuestra entrada del día anterior y lo que nos pasó fue unas dos horitas de cola, donde parábamos motores, nos paseábamos, imitamos a la gente que se puso a hacer la comida mientras la cola no avanzaba, comimos, hicimos fotos.


None bajó a comprar los tickets y volvió a subir estando yo en el mismo sitio que me había dejado, bajé yo en busca de un wc y al final subí e improvisé uno por la zona....vamos que tuvimos tiempo para todo y para volver a repetirnos que teníamos que recortar islas a visitar.



Esto fue una excepción exagerada, pero puede pasar. Suelen haber colas y sobretodo en pleno agosto y lo del día de antes fue la suerte del novato. Este día era también algo extraño pero lo lógico, tal y como vimos después, es que vayas con una horita de antelación al ferry.

Cuando por fin conseguimos subir al ferry y desembarcamos en la Isla de Krk, en el puerto de Valbiska, nos fuimos directas al pueblo de Krk en la costa sur de la isla.

JA,JA,JA, JA.... COMPRO VOCAL!!!
Se trata de un casco antiguo donde destaca una muralla que antiguamente protegía la ciudad, un histórico asentamiento romano que permite visitar parte de las murallas y la catedral románica.



Veníamos de plena tranquilidad y aquí nos sorprendió la cantidad de gente que se amontonaba en las calles, podemos decir que no fue de nuestros destinos preferidos pues era un pueblo similar a lo que conocíamos, pero sin el encanto y singularidad que da el no deberte a los cientos de turistas que te visitan.

Por varios pueblos veíamos niños con sus paraditas para vender,me recordó a mi de niña en Pineda que también en el barrio jugábamos a ser dependientes con cosas que hacíamos.
Nos fuimos de ahí para dirigirnos a uno de mis caprichos del viaje. Había oído hablar muy bien de la zona de Stara Baska y la idea desde España era poder quedarnos a dormir ahí, pero decidimos que aunque seguiríamos ruta, no nos queríamos perder una visita a la zona para opinar sobre ella.

El trayecto a Baska (ojo, están ambas localidades Stara Baska y Baska) es ya algo para recordar, unas colinas con curvas, un valle alpino y al final el pueblo con su playa de media luna rodeada de montañas creando la ilusión de estar en mitad de un lago.



El pueblo en verano está bastante lleno de gente que paseo arriba y paseo abajo, pero la verdad es que tanto el pueblo en si nos gustó mucho y bien merecía más tiempo del que le dedicamos. Su olor a pueblo de veraneo, las arregladas tascas para tomar algún vino de la zona, las heladerías con sus coloridos y sabrosos montones del fantástico helado croata, las fachadas con encanto, las adoquinadas calles. Como punto negativo es que aquí fue el único lugar que notamos una cierta quemazón ante el turista, el servicio era algo peor o quizá fue una simple casualidad pero así lo vivimos.



Un vinito acompañado de unas anchoas que parecían famosas en la zona, y también aprovechamos para probar el famoso queso croata que a mi particularmente no me pareció competencia para un buen manchego ;-)


Aquí no se si fue el cansancio, el calor, el estrés de tanto conducir o que fue pero me entró una pájara que nos obligó a descansar un ratito más. Nos planteamos el quedarnos ahí pero la verdad es que teníamos que conducir igualmente hasta un camping no muy cercano y además ya teníamos la zona vista y queríamos irnos para la península.

Así que de esta forma lo hicimos. La idea era llegar a Korenica, teníamos un furgoperfecto en el Restaurante Marina Bistro donde nos apetecía cenar y eso nos permitía quedarnos a dormir en la zona habilitada para caravanas y furgos que tiene el propio restaurante. Como tantas otras veces los planes no siempre salen como teníamos pensado ;-)

Pasamos a la península por el puente y tomamos la hermosa pero lenta y asustadiza carretera de costa.



El paisaje es alucinante y como ya habíamos descubierto anteriormente esto de los quitamiedos no es el fuerte de los croatas. Disfrutamos de las vistas hasta que anocheció y ahí entre que ya molestaban a los ojos, que la iluminación era escasa y que estaba agotada, pues decidimos parar en el siguiente pueblo que nos lo permitiera.

Ese pueblo fue Senj. En la entrada al pueblo, justo delante de la gasolinera había un autocamp, el único por la zona y por lo tanto llenito y sin ningún espacio libre. No nos atreviamos a conducir más y teníamos que decidir que hacer y esa decisión fue aparcar en la entrada al camping que consideramos segura y que además puesto que la acampada libre está prohibida en Croacia, sería fácil explicar que nos habíamos rendido al cansancio y no teníamos plazas libres y así igual nos librábamos de la posible multa (que no llegó nunca puesto que ni a nosotras, ni a otra furgo mucho menos discreta que hizo lo mismo; nunca nadie nos pidió explicaciones)

Después de aparcar tocaba cenar fuera, buscamos uno de los restaurantes y decidimos picar algo suave para poder irnos a dormir pronto.....los platacos que trajeron nos hicieron partirnos de risa pues eran de todo menos ligeros.


Kilómetros totales: 200
Precio Camping : 0€


VER ÍNDICE DIARIO DEL ROADTRIP AQUI

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