23 de junio de 2006

Ruta por Egipto: El Cairo

Salida a la capital, el Cairo, la ciudad más poblada de todo África, se ha acabado mi ruta por el maravilloso Nilo que os he descrito en el anterior post (AQUÍ) y ahora quedan unos días en esta caótica, amable y bulliciosa ciudad repleta de historia.

El hotel me atrapa para las primeras horas de la tarde y por la noche los faraones al repleto decidimos dividirnos en taxis y experimentar lo que es una auténtica carrera loca por la ciudad. Lástima no tener video de esto pues realmente es de aquellos momentos que sabes que no se repetirán.


También nos atrevemos con el metro, donde las mujeres tienen vagones especiales para ellas (los últimos) y aprovechamos para ver alguna de las imágenes de la ciudad. 


Puesto que la ciudad tiene muchas cosas que ofrecer, lo mejor es haceros algunos apuntes de lo que no puede faltar en vuestra agenda, y a partir de ahí que complementéis con lo que vaya surgiendo.

Las Pirámides de Giza

El sueño de cualquier viajero y un imprescindible si visitas esta ciudad. Lo primero  que llama la atención es que están formando parte de la propia ciudad, no en un lugar apartado de todo.

Una maravilla del mundo antiguo, construidas sobre el 2500 a.C. y formada por tres grandes pirámides con las tumbas de los faraones Keops, Kefrén y Micerinos.

Según las creencias, estas grandes pirámides permitían que con los rayos de luz reflejados, se alcanzase la eternidad por parte de los faraones allí enterrados y tuvieran su lugar entre los dioses.


Se puede entrar en el interior de la pirámide de Keops, es una experiencia inolvidable. Deben abstenerse personas con miedo a los lugares apretados o cerrados pues la sensación de claustrofobia al bajar las escaleras es considerable. (que además son las mismas por donde suben los que ya han acabado la visita) 

Una vez dentro se puede visitar la cámara funeraria con el sarcófago y visitar también el museo que contiene un Barco Solar perfectamente conservado.

Los alrededores de las pirámides son bastante agobiantes, llenos de vendedores que no te dejan ni disfrutar del paisaje; decenas de buses que vienen a la visita, locales que te ofrecen sus servicios de guía, etc.

Llegado este punto la verdad es que estoy algo saturada de gente, y gracias a eso vivo también uno de los mejores momentos de este viaje. Me ofrecen la opción de dejar el grupo de bus e ir a caballo con  guía hasta la famosa Esfinge, todo ellos recorriendo las pirámides por la parte trasera, nada concurrida y desde donde además consigo unas preciosas fotos de las pirámides sin gente y las tres juntas...una delicia!!


Llego a la Esfinge, nuevamente el bullicio....pero me da igual porque he tenido mi ratito de tranquilidad, de silencio y de poder ir calmada y dejarme sentir donde estoy.


20 metros de altura y un perfil que se ha convertido en un icono del país.



Bazar Jan el-Jalili

Encontramos en esta ciudad el bazar más antiguo del mundo y mundialmente conocido. Originario de 1382 por el sultán Djaharks el-Jalili que quiso crear una zona de descanso para sus comerciantes sobre las ruinas de un antiguo cementerio.


Aquí podéis disfrutar de lo lindo si sois amantes del regateo, si os chifla lo de mirar tiendas y tiendas de todo tipo: comida, ropa, lámparas, zapatos, bisutería, especias, perfumes, decoración de hogar, alfombras....pide por tu boquita que te lo traen seguro.

Para cuando os hayáis cansado de regatear y comprar, os aconsejo ir al bar de los espejos, llamado Fishawy. La atmosfera es única, una combinación perfecta de mil y una noches con un aire bohemio de los muchos escritores y artistas que visitaron y se inspiraron en este café.


La ciudad de los muertos

Se trata de una necrópolis árabe situado bajo las colinas al sureste de la ciudad. Está formada por una red de tumbas de 6.4 km de largo y estructuras de mausoleos donde algunas personas viven y trabajan entre los muertos. 

Algunos deciden vivir aquí para estar entre sus antepasados que pueden ser recientes o de un antiguo linaje, otros simplemente han sido "desterrados" del centro de la ciudad tras haberse demolido su edificio.

Un paisaje árido y hostil a los pies de la montaña de Mokattan que se pobló de vivos a partir de la guerra árabe israelí de 1967. 

Una urbe de 20 millones de personas y el hacinamiento de sus principales barrios ayudaba a continuar poblando este curioso barrio cairota.

El Arafa (como se conoce en el dialecto cairota a esta necrópolis) es una ciudad en sí En sus recovecos se instalan talleres mecánicos, negocios de orfebres, tiendas de ultramarinos, constructores, etc.

Ciudadela de Saladino y Mezquita de Alabastro

Fortificación medieval y militar, situada en la colina de Mokattam en el área de el Cairo Islámico.

Construida por Saladino en 1176, primer gobernante de la dinastía Ayubi y sultán de Egipto entre 1171 y 1193 y restaurador del sunismo como religión oficial del país.

Esta fortaleza fue residencia real y ofrecía protección de los cruzados. Hay numerosas construcciones para poder visitar, pero sin duda lo mejor de todo son las vistas que hay y la impresionante Mezquita de Mohammed Ali o también conocida como Mezquita de Alabastro.


Si te fijas verás que recuerda de manera sorprendente a la famosa Mezquita de Santa Sofia en Estambul (puedes ver el viaje AQUÍ) y ni es casualidad porque su construcción  entre 1830 y 1848  fue siguiendo el modelo de Santa Sofia.


Los minaretes decorados de azulejos resaltan en el exterior y su interior es también una gozada. 


Para entrar recordad que es necesario vestir adecuadamente (os recomiendo estos días de El Cairo meter un foulart y unos calcetines en vuestra mochila e ir usando en estas ocasiones).

Sentarse en el suelo de la inmensa bóveda central decorada con mosaicos y piedras preciosas en otro de los placeres que no deberías perderte.

El horario de visita es de 08 a 17h y se pueden comprar las entradas en la propia mezquita 35 LE


El Museo Egipcio

Situado en la famosa plaza Tahrir, tiene la mayor colección de objetos de la época del Antiguo Egipto. Construido en 1902 para proteger los tesoros del país no fue hasta 1922 con la llegada de las 3500 piezas del tesoro de Tutankamón, que se convirtió en uno de los lugares más visitados del país.


Horario de visita de lunes a miércoles de 09 a 19 hrs, jueves y domingos cierra a las 21 hrs y el viernes a las 16 hrs.

Me llamó muchísimo la atención las pocas indicaciones que encontré, siendo el museo de la importancia que es creo que es mejorable las reseñas y el uso de más idiomas en varias de las salas.

Barrio Copto

Se trata de uno de los barrios más antiguos de la ciudad y en el que se alojan buena parte de la comunidad cristiana egipcia.

Pasear por sus calles es interesante y te da pie a ver como se mezcla la historia cristiana y la judía, con detalles en muchos edificios de la cultura bizantina y árabe.


De los lugres más significativos serían la Fortaleza de Babilonia, la iglesia de los santos Sergio y Baco donde se cree que se refugió la Sagrada Familia, la iglesia Colgante, la Sinagoga de Ben Erza, etc.

Mezquita de Al- Azhar

Situada en el centro histórico, es una de las más importantes de la ciudad. Construida entre 970 y 972 esta mezquita ha actuado como universidad y centro de estudios del Islam desde sus inicios.


Tiene un gran peso en la vida social, religiosa, política y jurídica puesto que se dictan leyes que se aplican al resto del mundo islámico.


En el interior hay un inmenso patio de mármol blanco que es una de las estancias exteriores que más impresiona.



Salas de estudio de las madrasas, sala de oración y la biblioteca. Algunos de estos lugares pueden ser visitados por no musulmanes y dejan que disfrutes de su impresionante decoración y su riqueza.



Evidentemente que has de vestir con decoro para entrar, de hecho en este caso allí mismo te proporcionan las ropas para asegurarse de que así lo haces. Importante mantener el respeto sobre este punto.


Seguro que me dejo decenas de sitios que son visitables, incluso necesarios, pero en mi caso no dio para mucho más.

Me quedaba ya sólo casi medio día en esta ciudad, a media tarde saldría de rumbo a Barcelona, y decidí que era una buena idea hacer una visita relámpago a Alejandría y poder ver su famosa Biblioteca.


La realidad fue que cogí un bus de segunda (casi que te impiden viajar en lo buses no turistas) y al llegar a Alejandría disponía de muy poco tiempo, así que contraté a un taxista con precio cerrado que me llevaría de ruta por los puntos de interés y a la hora acordada me traería de vuelta al bus.


Cumplió la primera parte a rajatabla, y la segunda no fue igual de bien. Total que llegamos con el bus que se había marchado ya, pero el taxista se dio cuenta de mi situación e hicimos una carrera impresionante hasta alcanzar al bus por su ruta habitual ya a la salida de la ciudad. Gracias señor taxista, una aventura que explicar aunque en su momento me había cagado de miedo!



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