Vuelta al Camino, allí donde se acabó hace un año y donde las experiencias vividas hacen que pienses que una segunda vuelta pueda valer la pena...pronto descubro que sí y que el Camino vale la pena repetirlo tantas veces como a uno le apetezca; porque es un lugar de descanso aun caminando cientos de kilómetros, porque es un lugar de paz aunque siempre estés encontrando nuevos peregrinos, porque es un lugar de encuentro con uno mismo y de compartir experiencias con otros, por muchos motivos es un lugar especial sea tu primera vez o lo hayas realizado varias veces.
Logroño a Ventosa (16km)
Según el horario vale la pena ya que uno está en Logroño, hacer una paradita en la famosa calle del Laurel, donde poder probar nuevamente unos vinos y tapas en algunas de sus tascas...pero sin pasarse o no podrás empezar a caminar aunque quieras.
La salida de la ciudad es por un camino acondicionado como Vía Verde sombreada por árboles ornamentales.
La vas siguiendo hasta llegar al Pantano de La Grajera que es un lugar donde sueles encontrar familias que han ido a pasar el día o gente pescando. Se prosigue el Camino paralelo a la nacional 232 y allí una cuesta hasta el Alto de la Grajera donde al descender pronto llegas a Navarrete donde puedes visitar su catedral.
Al dejar el pueblo irás empezando a ver el típico campo riojano, lleno de cultivos de vid. Es importante que en este tramo vayas provisto de agua, pues hasta Ventosa hay unos cuantos kilómetros de campo, sin mucha sombra y sin fuentes. Al llegar a Ventosa el albergue elegido fue el San Saturnino que está en buenas condiciones, un pequeño jardín para descansar y una cocina por si os apetece cocinar algo. Si no es así encontrareis algún bar cercano donde poder cenar.
Según el horario vale la pena ya que uno está en Logroño, hacer una paradita en la famosa calle del Laurel, donde poder probar nuevamente unos vinos y tapas en algunas de sus tascas...pero sin pasarse o no podrás empezar a caminar aunque quieras.
La salida de la ciudad es por un camino acondicionado como Vía Verde sombreada por árboles ornamentales.
La vas siguiendo hasta llegar al Pantano de La Grajera que es un lugar donde sueles encontrar familias que han ido a pasar el día o gente pescando. Se prosigue el Camino paralelo a la nacional 232 y allí una cuesta hasta el Alto de la Grajera donde al descender pronto llegas a Navarrete donde puedes visitar su catedral.
Al dejar el pueblo irás empezando a ver el típico campo riojano, lleno de cultivos de vid. Es importante que en este tramo vayas provisto de agua, pues hasta Ventosa hay unos cuantos kilómetros de campo, sin mucha sombra y sin fuentes. Al llegar a Ventosa el albergue elegido fue el San Saturnino que está en buenas condiciones, un pequeño jardín para descansar y una cocina por si os apetece cocinar algo. Si no es así encontrareis algún bar cercano donde poder cenar.
Ventosa a Santo Domingo de la Calzada (31km)
Lo primero es comentar que la parada final no sería la más aconsejable, la intención era llegar hasta Grañón que son algunos kilómetros más y donde hay un albergue muy recomendable donde el ambiente es genial (se hace la comida conjunta y eso ayuda a conocer a los compañeros y compartir un buen rato, además de que el albergue en sí está muy cuidado). Por contra Santo Domingo ofrece la belleza del pueblo, su hermosa Iglesia de la que luego hablaremos, algunos buenos restaurantes, pero los albergues dejan bastante que desear.
Lo primero es comentar que la parada final no sería la más aconsejable, la intención era llegar hasta Grañón que son algunos kilómetros más y donde hay un albergue muy recomendable donde el ambiente es genial (se hace la comida conjunta y eso ayuda a conocer a los compañeros y compartir un buen rato, además de que el albergue en sí está muy cuidado). Por contra Santo Domingo ofrece la belleza del pueblo, su hermosa Iglesia de la que luego hablaremos, algunos buenos restaurantes, pero los albergues dejan bastante que desear.
Este tramo de camino empieza con alguna subida no demasiado pronunciada y, como no, rodeados de cultivos de vid puesto que estamos en La Rioja. Camino arcilloso que poco a poco irá dejando paso a otro más seco cuanto más nis vayamos acercando a Castilla.
Tras unos kilómetros se llega a una de las poblaciones más relevantes de este tramo, Nájera, dónde se pueden reponer fuerzas, visitar la Iglesia, dispone de varios albergues y servicios varios.
La entrada a Santo Domingo es algo decepcionante, pero una vez se llega al centro se descubre el encanto de esta población, con una excelente catedral llena de historia. Es una lástima que hagan pagar incluso a los peregrinos para poder entrar en ella. Sólo se entra de manera gratuita si es para asistir a misa, y una vez ésta acaba les falta echarte con la escoba....muy criticable.
La entrada a Santo Domingo es algo decepcionante, pero una vez se llega al centro se descubre el encanto de esta población, con una excelente catedral llena de historia. Es una lástima que hagan pagar incluso a los peregrinos para poder entrar en ella. Sólo se entra de manera gratuita si es para asistir a misa, y una vez ésta acaba les falta echarte con la escoba....muy criticable.
Respecto a los albergues están muy cercanos uno del otro, el primero es una abadía que tiene encanto en sus zonas comunes y cuenta con un claustro donde puedes tumbarte en su hierba, pero las habitaciones no son demasiado cómodas. El segundo es mucho más nuevo, pagas un extra por la bici cosa que no pasa habitualmente y como te toque en pisos superiores te cansas de subir escaleras.
El pueblo dispone de muchos restaurantes donde poder despedirse de la comida riojana, pues mañana ya vamos para tierras castellanas.
Santo Domingo de la Calzada a Belorado (22km)
Saliendo de Santo Domingo se pasa por un camino paralelo a la nacional, que se llega a hacer algo pesado. De hecho esta etapa tiene varios tramos así, por lo tanto mejor tomarla con humor.
Saliendo de Santo Domingo se pasa por un camino paralelo a la nacional, que se llega a hacer algo pesado. De hecho esta etapa tiene varios tramos así, por lo tanto mejor tomarla con humor.
En unos 6 kilómetros se llega a Grañón, aquí hay un albergue más que recomendable por toda la gente que ha pasado por él. Suele prepararse una cena colectiva que propicia un rato de compartir con el resto de peregrinos, las instalaciones están muy cuidadas y en general es uno de esos sitios que mejor no perderte. Por ese motivo os comentábamos que si tenéis opción de organizaros las etapas haciendo coincidir vuestra parada aquí, seguro que es una buena opción de la que no os vais a arrepentir.
Continuamos hasta Redecilla del Camino, que seria el primer parón en tierras de Castilla y León. En la entrada tenéis una zona de información sobre el Camino de Santiago a su paso por esta comunidad.
Pasando algunos pequeños pueblos, enlazamos ya por una pista paralela a la carretera nacional. Este tramo es bastante duro, totalmente plano pero sin ninguna sombra, con piedrecilla suelta que te va fastidiando los pies, con el ruido de las decenas de coches y camiones que circulan por la carretera y sin ninguna vista para destacar.
En Belorado hay diversos albergues, puedo hablaros del Cuatro Cantones que fue el elegido. El motivo inicial fue que pasaba una camioneta regalando botellines de agua a los peregrinos en la recta que os hemos comentado antes, y fue de agradecer enormemente. Pero además al ver el jardín con piscinita que tenía el albergue fue imposible no quedarse. El personal es muy agradable, un matrimonio joven con sus peques que ya les viene el tema de familia, las habitaciones muy acogedoras (algunas bastante grandes y por lo tanto necesario llevar tapones para dormir puesto que cabe mucha gente) tienen un pacharan que hay que probar después de la rica comida que os pondrán.
Belorado a San Juan de Ortega (24km)
La idea inicial aqui era llegar a Agés que son 4 kilómetros más y ofrece mejores opciones, pero una lesión hizo que este tramo quede en mi memoria como "el día que me bajé los pantalones en mitad del camino para que una peregrina me pusiera crema en los muslos a ver si llegaba a destino" o también podría titularse "el día que me quedé tirada con 3€ en el bolsillo en una villa con una calle donde sólo hay albergue e iglesia y un bar que cierra por la tarde" .
Los primeros 8 kilómetros son bastante planos, con algún merendero y alguna fuente a la que se le atribuyen poderes curativos. Después de pasar por Espinosa del Camino el recorrido es algo más duro.
Recomendable tomar fuerzas en Villafranca Montes de Oca puesto que después hay que tomarse con calma la subida que nos toca hasta llegar al monumento a los caídos en la Guerra Civil, ahí empieza a descender de manera pronunciada hasta llegar al río y luego vuelve a haber alguna subida pronunciada.
La idea inicial aqui era llegar a Agés que son 4 kilómetros más y ofrece mejores opciones, pero una lesión hizo que este tramo quede en mi memoria como "el día que me bajé los pantalones en mitad del camino para que una peregrina me pusiera crema en los muslos a ver si llegaba a destino" o también podría titularse "el día que me quedé tirada con 3€ en el bolsillo en una villa con una calle donde sólo hay albergue e iglesia y un bar que cierra por la tarde" .
Los primeros 8 kilómetros son bastante planos, con algún merendero y alguna fuente a la que se le atribuyen poderes curativos. Después de pasar por Espinosa del Camino el recorrido es algo más duro.
Recomendable tomar fuerzas en Villafranca Montes de Oca puesto que después hay que tomarse con calma la subida que nos toca hasta llegar al monumento a los caídos en la Guerra Civil, ahí empieza a descender de manera pronunciada hasta llegar al río y luego vuelve a haber alguna subida pronunciada.
Finalmente se llega a San Juan de Ortega que tiene una plaza con un conjunto monumental formado por Iglesia, parroquia reconvertida en un albergue muy aceptable y bar.....y nada más!! Gracias al sol de la plaza, nuevos peregrinos y una baraja de cartas por aportar a este parón algo agradable.
San Juan de Ortega a Burgos (23km)
Por la mañana tenéis números de encontrar el bar cerrado, así que mejor que lo tengáis en cuenta la noche de antes por si queréis comprar algo.
La salida es plana y se hace muy cómoda hasta llegar a Agés, allí podéis reponer fuerzas con uno de los desayunos más espectaculares que he hecho en el Camino y además puedes pagar con tarjeta, así que mis 3 euros no fueron un problema (cuidado con esto, no hacer la previsión del dinero puede ser un problema, aquí me encontré que no podía disponer de dinero hasta Burgos, con lo cual pude ser muy molesto no pensar este tipo de inconvenientes) . El sitio fue el Hostal San Rafael, un albergue privado, MUY cuidado, y con todo tipo de desayunos para el peregrino. Bocadillos con pan exquisito, tortillas, croissants calientes...todo un lujo. Todo esto regentado por tres hermanos de lujo que me enseñaron el hostal completo, me mimaron con su cocina y su charla y me dejaron claro que saben como se trata a un peregrino que sólo desea un sitio limpio y cómodo, una ducha y comer algo cocinado con cariño.
El Camino continua en parte por pista y por otra por lateral de carretera, se pasan por algunos pueblos enigmáticos como Atapuerca.
Una vez pasado se continua ascendiendo por el lateral de una zona militar alambrada hasta llegar a una explanada donde encuentras una de las zonas emblemáticas del Camino. Una cruz de madera donde los peregrinos dejan sus piedras en señal de recuerdo y unas maravillosas vistas que merecen un rato de descanso para contemplarla.
Una vez bajas hacia el Valle del Río Pico y pasas algún pequeño pueblo, empiezas a pasar por el lateral de la carretera AP1.
Ojo por este último tramo pues hay una bifurcación que determina por donde entras a la ciudad de Burgos. Una flecha indica al frente y es la que va hacia Villafría, esta seria la peor opción pues entras a la capital tras un pesado paseo por zona industrial. La otra indica a la izquierda y va hacia Castañares, que es un paseo más agradable. Aquí vigilar y seguir las indicaciones hacia el paseo fluvial del Río Arlanzón y NO seguir la N120 para evitar la entrada por el polígono.
Al llegar a Burgos, ir hacia la zona centro puesto que muy cerca de la impresionante Catedral de Burgos está el albergue municipal. No hacen reservas y suele ser un albergue que, todo y sus múltiples plazas, se llena pronto. Está genialmente equipado, zona común, lugar para bicis, cocina y comedor y lo único puesto que las habitaciones son muy amplias y con muchas literas seria recomendable unos tapones para los oídos.
La Catedral se puede visitar comprando la entrada, vale la pena pagarla pues no es demasiado elevada y es una joya de edificio. La misa del peregrino es de libre entrada pero no te permite visitar la Catedral.
La ciudad espero que os pase como a nosotros, pues es sorprendente para aquél que no la conoce: arreglada, con múltiples sitios para tomar algo, terrazas y plazas que invitan a disfrutar de un vinito y unas tapas estupendas.
MÁS FOTOS DE ESTE VIAJE AQUI
TODO EL CAMINO DE SANTIAGO AQUI
La salida es plana y se hace muy cómoda hasta llegar a Agés, allí podéis reponer fuerzas con uno de los desayunos más espectaculares que he hecho en el Camino y además puedes pagar con tarjeta, así que mis 3 euros no fueron un problema (cuidado con esto, no hacer la previsión del dinero puede ser un problema, aquí me encontré que no podía disponer de dinero hasta Burgos, con lo cual pude ser muy molesto no pensar este tipo de inconvenientes) . El sitio fue el Hostal San Rafael, un albergue privado, MUY cuidado, y con todo tipo de desayunos para el peregrino. Bocadillos con pan exquisito, tortillas, croissants calientes...todo un lujo. Todo esto regentado por tres hermanos de lujo que me enseñaron el hostal completo, me mimaron con su cocina y su charla y me dejaron claro que saben como se trata a un peregrino que sólo desea un sitio limpio y cómodo, una ducha y comer algo cocinado con cariño.
El Camino continua en parte por pista y por otra por lateral de carretera, se pasan por algunos pueblos enigmáticos como Atapuerca.
Una vez pasado se continua ascendiendo por el lateral de una zona militar alambrada hasta llegar a una explanada donde encuentras una de las zonas emblemáticas del Camino. Una cruz de madera donde los peregrinos dejan sus piedras en señal de recuerdo y unas maravillosas vistas que merecen un rato de descanso para contemplarla.
Una vez bajas hacia el Valle del Río Pico y pasas algún pequeño pueblo, empiezas a pasar por el lateral de la carretera AP1.
Ojo por este último tramo pues hay una bifurcación que determina por donde entras a la ciudad de Burgos. Una flecha indica al frente y es la que va hacia Villafría, esta seria la peor opción pues entras a la capital tras un pesado paseo por zona industrial. La otra indica a la izquierda y va hacia Castañares, que es un paseo más agradable. Aquí vigilar y seguir las indicaciones hacia el paseo fluvial del Río Arlanzón y NO seguir la N120 para evitar la entrada por el polígono.
Al llegar a Burgos, ir hacia la zona centro puesto que muy cerca de la impresionante Catedral de Burgos está el albergue municipal. No hacen reservas y suele ser un albergue que, todo y sus múltiples plazas, se llena pronto. Está genialmente equipado, zona común, lugar para bicis, cocina y comedor y lo único puesto que las habitaciones son muy amplias y con muchas literas seria recomendable unos tapones para los oídos.
La Catedral se puede visitar comprando la entrada, vale la pena pagarla pues no es demasiado elevada y es una joya de edificio. La misa del peregrino es de libre entrada pero no te permite visitar la Catedral.
La ciudad espero que os pase como a nosotros, pues es sorprendente para aquél que no la conoce: arreglada, con múltiples sitios para tomar algo, terrazas y plazas que invitan a disfrutar de un vinito y unas tapas estupendas.
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