25 de abril de 2008

Travesía por Jordania

Un viaje puede ser especial por muchos motivos, este para mi lo fue por dos: el primero por ser el lugar donde he visto una de las cosas que más me ha impactado, un paisaje conocido pero inesperado en toda su magnitud y eso es lo que me ofreció Petra. El segundo motivo es ser uno de los primeros viajes que realicé sola y eso siempre aporta y se recuerda, en mi caso como algo MUY agradable (ver post de viajar sólo AQUI)

                                 



Algunos datos de interés:
  • La moneda del país es el dinar jordano, puedes cambiar tanto en bancos, agencias, hoteles (peor precio). En mi caso el mejor precio fue en el mismo aeropuerto, pero no siempre es asi.
  • Tienen un régimen monárquico y además muy arraigado, veréis que la presencia en fotografías, billetes, emblemas, etc es significativa. Hay una curiosidad sobre este tema, cuando a algún local se le comenta que la reina Rania es muy bella y elegante, se quedan algo a cuadros puesto que consideran que no son cualidades importantes en ella y no entienden que muchos europeos lo mencionen y además la hayan premiado por ello.
  • Los traslados en coche por Jordania son sumamente fáciles puesto que existen dos carreteras que atraviesan el país, por un lado la opción más rápida seria autopista que va de norte a sur y la más lenta pero con unos paisajes que bien merecen el esfuerzo, más conocida como Carretera de los Reyes.
  • La flor nacional del país es el famoso lirio negro, que veréis representado en muchos lugares y que dependiendo de la época podréis ver a los lados de carreteras.
Opciones a decidir: ¿duermo en el desierto?, ¿bajo hasta Aqaba?, ¿merece la pena la ruta conocida como los Castillos del Desierto?, ¿cuantos días en la ciudad de Ammán?, ¿puedo viajar por libre?. Todo esto dependerá del viaje que acabes haciendo y tus preferencias....pero sí o sí, reserva un mínimo de 2 días para ver Petra y mira de hacerlo por tu cuenta, aunque te digan que es difícil y mejor con guía.
Del resto pues Aqaba sólo te vale la pena si te gusta el submarinismo o snorkel, pues la ciudad en sí aporta poco. Está muy diferenciada la zona guiri, llena de hotelazos y luces que te invitan, de la zona autóctona donde puedes pasear sin problemas pero las miradas se clavan sobre ti con extrañeza.


Hay varios centros de buceo que te trasladan hasta el lugar que hayas elegido, como siempre que uno va a hacer esta actividad fuera, lo importante es un centro de confianza y que se tome en serio los temas de seguridad. Recomendable mirar consejos de guías fiables estilo Lonely Planet.

Sobre los Castillos del Desierto para mi gusto fue una ruta recomendable, bonitos paisajes y zonas rurales que permiten ver algo más del país.
Existen diversos castillos por la zona oriental del desierto de Jordania con una conservación mayor o menor: los mejores conservados son el de Hammam As-Sarah, el de Qasr Al-Azraq y uno de los mejores el de Qusayr Amra. Hay algunos más que podéis visitar también, dependen del tiempo y ganas.



El desierto de Wadi Rum, famoso por las películas de Lawrence de Arabia, es otro de los must del país, alquilar 4x4 con guía te será fácil.



Podéis hacer una visita algún asentamiento beduino, donde os invitarán a un fabuloso te y podréis compartir algo de charla, lo normal será que también os muestren manualidades que hacen para poder vender a los turistas, después de su hospitalidad no creo que os podáis negar a llevar alguna cosa, aunque sean unas hierbas para recordar ese te en casa.


Visitar algunas gargantas que hay en el mismo desierto como puede ser el Siq Jebel Khazali  o ir a revolcarte por algunas dunas como la de Jebel Umm Ulaydiyya harán que disfrutes esta preciosa zona. Lo de quedarte a dormir por aquí supongo que debe tener su encanto, no os puedo decir puesto que no lo hice ya que decidí cambiar de rumbo y no había tiempo para todo.



Ammán, la ciudad y capital no aporta demasiado al viaje, alguna visita, zona zoco donde comprar y regatear precios y poco más en comparación con otros atractivos del país. Pero sí que es un buen campamento base para visitar algunas zonas de los alrededores.


Una de estas visitas sería Ajlun donde puedes visitar su famoso castillo y desde su parte más superior ver las fronteras de Palestina e Israel.


Jerash, conocida como la Pompeya del Este, donde visitar tanto las ruinas de la ciudad provincial como varios templos, la Iglesia de San Teodoro y pasear por una ciudad donde parece que has viajado en el tiempo gracias a su buena conservación.



Ir hasta el Monte Nebo, uno de los lugares más venerados en Jordania, se dice que fue el lugar donde Moisés oteó la Tierra Prometida y donde se cree que se encuentra su tumba, además de ser un lugar conmemorado por el Papa Juan Pablo II.


Las vistas de la famosa tierra prometida son algo espectacular, quedarse un ratito sentada observando el paisaje si el viento lo permite, es una auténtica gozada.


Podemos hacer una parada en Madaba para poder ver el mapa mosaico de los principales lugares bíblicos de Oriente Medio que está situado en la Iglesia de San Jorge.



Una visita de pasada es Kerak, el pueblo en si no tiene nada extra pero las vistas y el castillo de las antiguas cruzadas que hay en él, bien merecen la carretera que llega hasta ahí.


Por último bajar luego a darse un baño en el Mar Muerto, donde flotar gracias a su densidad de sal y aplicarse los famosos barros en la piel.


Desde ahí y pasando si puede ser por la Carretera de los Reyes, llegamos al plato fuerte del viaje: Petra.
Intentar describir lo que uno siente cuando llega a Petra es casi imposible, el significado es piedra y es verdad que todo es un amasijo de piedras, pero no seria justo describirlo así. Seria un amasijo perfectamente combinado, impactante en su altura, sus formas, sus colores, su perfección desordenada.



Empiezas por alquilar un caballo o carruaje para recorrer los 800 metros que hay desde la entrada hasta el Siq, yo no recomiendo bajo ningún concepto el hacer el resto de otra manera que no sea caminando, así que vale la pena ir con agua suficiente y si puedes llevarte la comida (hay algún restaurante, pero poder llevar tu comida y comer en lo alto de alguno de los lugares que vas a visitar, no tiene precio)


El Siq son unas grietas abiertas por las que vas a ir paseando durante 1,2 kilómetros, con unas rosadas paredes de hasta 200 metros de altura que te dejan impactado ya desde el principio.


Al final de este espectacular pasillo llegas a El Tesoro o Al-Khazneh, el famoso templo que todos conocemos gracias a Indiana Jones, no os hagáis ilusiones, pues el interior no es como la película ya que éste es inexistente. Pero no os preocupéis, ver las fachadas talladas en sólida arenisca ya es más que suficiente para dejaros con la boca abierta durante un rato.


Siguiendo la ruta llegamos a un fabuloso teatro tallado en roca por los nabateos hace más de 2000 años, gravemente afectado en un terremoto hace cientos de años, pero conservando sus formas.



De ahí podéis tomar dos caminos ir hacia el Altar para el Sacrificio (a tu izquierda) o seguir hacia delante camino a las Tumbas. En mi caso elegí la primera opción y si volviera lo haría igual puesto que eso permitió que disfrutara del atardecer en lo alto del Monasterio, con un té y con mucho relax.

La subida al Altar para el Sacrificio es algo pronunciada, pero algo que después de años no he podido olvidar, las vistas son exageradamente bonitas, durante el camino, arriba, en la bajada....nunca unas vistas me han impresionado tanto.


Al bajar llegamos al centro de Petra, a la Calle de las Columnas y al llegar al lugar donde se encuentra el restaurante tienes un alquiler de burros con guía que puedes utilizar para subir hasta el Monasterio.


En mi caso me había pasado todo el viaje diciendo que no subiría a los burros, que lo encontraba horrible, etc....y luego me vi casi obligada puesto que el ir excesivamente lenta en mi recorrido puesto que quería disfrutar de todo, hizo necesario tomar el burro. Si lo podéis evitar lo recomiendo....la subida es muy dura, son cientos de escaleras, pero verte encima de un burro con un precipicio al lado que piensas que de ahí no te salva ni Cristo por muy Tierra Santa que sea aquello; que además los guías golpean a los pobres animales aunque tu pongas cara de mala leche y les pidas que no lo hagan con tu peor carácter, vamos que espero tener tiempo en mi próxima visita para subir por mi pie.


Arriba llega el relax, si El Tesoro te impactó el Monasterio en  mi caso fue todavía mejor. No se si porque llegué después del paseito encima del animal, si porque no me lo imaginaba con esas dimensiones, si porque me senté con mi té en el barecito estratégicamente situado justo delante, si porque una pareja que conocí en mi viaje y que día de hoy son grandes amigos se pidieron ahí en matrimonio y luego pude asistir a esa boda meses después (un besazo Trini y Alfonso) o si por todo un cúmulo de cosas que no espera sucedieron justo ahí.


Después de todo eso y puesto que no quería repetir mi experiencia, primera y última, en burro; la bajada fue caminando y os aseguro que la disfruté mucho más.


Por último y ya de salida una visita a las Tumbas Reales, para deshacer parte del camino hasta el teatro, el Tesoro y nuevamente el Siq...espero volver algún día a uno de esos sitios que vale la pena repetir y del que me enamoré sin remedio.











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