23 de julio de 2016

Un día en Tallin

Nuestro destino final es Rusia, pasar unos días en Moscú y San Petersburgo,  pero aprovechando las escalas, decidimos pasar un día en esta hermosa ciudad y  así poder ver algo de ella.

Tallin es conocida como la perla del Báltico o también como la Praga del Báltico, quizá su caso antiguo medieval excelentemente conservado, sus adoquines en las calles, sus torreones o sus cúpulas carpadas de las iglesias de la ciudad, hacen que esta ciudad merezca ese apodo y que no debas dejar de visitarla.

El blog de amigosyviajes.com: Guía para una excursión de crucero por Tallin

A orillas del mar, dispone de una situación estratégica que la ha llevado a lo largo de los años a alternar etapas de independencia con otras de dominio danés, alemán, sueco y por último ruso. Esto seguro que ha influido en su fisonomía y cultura. Sin embargo desde su independencia de Rusia en 1991 ha podido dejar atrás el pasado comunista y abrirse a un  mundo moderno, cosmopolita y muy tecnológico. (wifi gratuito por ley, no está nada mal)

Mochilas en la espalda y David que había decidido caracterizarse de ruso de película; volamos con AirBalctic hasta Riga saliendo de Barcelona a las 17:20 de la tarde, eso inicialmente porque tuvimos algo de retraso que luego pagamos con una buena carrera que nos permitió llegar en "last call" a nuestro enlace para Tallin a las 23:05 hrs. El precio de los vuelos para dos personas fue de 417.97€.

En el aeropuerto nos recoge el marido de la propietaria del Zinc Old Town Hostel Tallin (enlace AQUI), que hemos reservado a través de Booking.com por un precio por habitación doble de 46€. Lo mejor es que estamos en una zona muy céntrica y que la habitación está correcta; la parte menos positiva es que hay un número difícil de concretar de despedidas de soltero/a. Al parecer no es extraño que los jóvenes estonios celebren en la capital sus fiestas, además se les juntan jóvenes suecos y finlandeses a los que el alcohol a mejor precio les resulta un claro reclamo.

El trayecto hasta el hostel nos cuesta 10€ y es interesante ver como nuestro anfitrión nos va enseñando como grandes atracciones todos los inmensos centros comerciales que nos vamos encontrando por el camino. Quizá sea impresión  mía pero parece como si quisiera dejar claro que esta ciudad ya no tiene nada que ver con el comunismo pretérito.

Una vuelta nocturna puesto que son ya más de las 24:00 horas aunque el cielo sigue sin ser 100% oscuro, nos lleva hasta un restaurante donde conseguimos cenar. Está situado en la Raekoja Plats, o lo que es lo mismo, la Plaza del Ayuntamiento.  Volveremos a esta plaza durante el día y más adelante os explico sus encantos. Quedaros también con la idea de que aquí se celebra en invierno los famosos mercados navideños, no descarto volver algún día para verlos pues debe ser casi de cuento.

TALLIN - 10 De Septiembre: Edificios De La Plaza Del Ayuntamiento En La  Noche Del 10 De Septiembre De 2013, Tallin, Estonia. El Casco Antiguo  Figura En La Lista De Patrimonio Mundial
Imagen obtenida en Google

Una cervecita y unas pizzas a la luz de unas velas hará lo necesario para que acabemos de pasar bien la noche. Para que os hagáis una idea de precios la cena de dos sin postres pero con alcohol fueron 34€. Luego al hostel a dormir a pesar de las fiestas en la calle, vamos tan cansados que no escuchamos nada. Además por suerte nuestro hostel tiene un letrero anunciando que no admite a gente de despedidas de solter@s por lo tanto no los tendremos dentro.

Al día siguiente empezamos nuestra intensa jornada en la ciudad, tenemos hasta la noche para coger vuelo a Moscú a las 20:40 horas. El propio hostel nos guarda las mochilas a cambio de 4€ y así podemos movernos libremente todo el día.

Buscando sitio para desayunar nos topamos con la Oficina de Turismo donde nos informan de los horarios de unos Free Tour que tienen en inglés para ese día y aprovechan para recomendarnos un buen sitio para desayunar que es el Reval Cafe donde podemos elegir entre varios tipos de desayuno interesantes. Tortilla con ensalada para mi y cereales para David ambos con un buen tazón de café con leche.

Una vez hemos cogido fuerzas y puesto que tenemos tiempo hasta que empiece nuestro Free Tour, nos vamos hasta una de las salidas del Casco Antiguo, que será la que más tarde usaremos para ir a la parada del bus que nos lleva al aeropuerto (A Laikmaa) 

Adoquines, trozos de muralla a los que puedes acceder y algún mercado con gorro bufanda que muestra un poquito el frío que debe hacer aquí en invierno.


Durante nuestro recorrido nos topamos con una curiosa estatua homenaje a los Deshollinadores Felices, situada en la Karjavärava plats.


A las 12:00 empezamos la visita con una guía autóctona con excelente inglés (estudia en Londres según nos informa). Para romper el hielo utiliza el recurso de ir pidiendo que levantemos la mano cuando diga nuestra nacionalidad y ahí descubrimos las múltiples nacionalidades que nos hemos juntado para visitar esta ciudad. Es algo que siempre me sorprende, ver como nos juntamos tantas personas, de sitios tan diferentes y donde al final lo que queremos todos es conocer.

La guía incluye bastantes explicaciones políticas, los diversos episodios de dominio de diferentes países, un episodio de independencia que duró 12 horas y este último episodio de independencia desde 1991 y que está siendo sin duda el más largo. 

Indicativo como la religión rusa se impuso en un país que inicialmente no era muy religioso y como se iban dejando las tierras y lugares menos importantes para los conformistas estonios, y es que al parecer de manera tradicional es gente que no se opone mucho.

Una curiosidad que explicó es como son gente que tarda en tomar decisiones o ponerse de acuerdo. este hecho ha provocado que algún espacio del centro esté durante años pendiente de decidir qué hacer con él, o alguna iglesia no se acabe pintando por no ponerse de acuerdo en el color ideal.

El país tiene el presidente europeo más joven, con 34 años; parece bastante tolerante, cuenta con 1.3 millones de habitantes con muchas ganas de continuar siendo independientes.

Nos dirigimos a la Plaza de la Libertad, con una inmensa cruz de cristal que conmemora la Guerra de la Independencia de Estonia. En esta misma inmensa plaza, hay también una iglesia al fondo lo que en mi mente extraña resulta curioso como religión y guerras acaban uniéndose en tantas ocasiones.

Subimos por las escaleras hacia el Bastión Kiek in de Kök, que no visitamos pero que si te interesa el tema de armas y fortificaciones medievales pues ahí tienes un ejemplo. También son el lugar de partida de una excursión que para los que tenéis más días puede ser interesante que es los Túneles del Bastión que se encuentran debajo de la antigua muralla de la colina Toompea

De ahí entramos al Jardín del Rey de Dinamarca, un espacio abierto y gratuito situado en la ladera de esta colina. Es el lugar de nacimiento legendario da la bandera danesa. Según esta leyenda las fuerzas danesas de Valdemar estaban perdiendo la batalla y de repente se abrieron los cielos y una bandera roja con una cruz blanca flotó desde los cielos. Esa señal sagrada fue la que llevó a los daneses a la victoria. Total que la leyenda de la senyera catalana se queda en nada con esto, de imaginación nos han ganado seguro.

En este mismo lugar se sitúa la Torre de la VirgenTorre de la Doncella que aunque ahora alberga una cafetería en su día fue una prisión para prostitutas. Es una de las pocas torres de planta cuadrada de la ciudad.

El toque misterioso lo dan las estatuas de monjes sin cara que puedes encontrar por este lugar. Al parecer en su día había mojes que rezaban por esta zona, pero a día de hoy sólo quedan las estatuas.

Desde esta misma zona, al fondo vemos  la Iglesia de San Olaf, con un exterior muy austero y un interior realmente curioso.

A pocos metros encontramos una de las joyas de la ciudad, la Catedral Ortodoxa Alexander Nevski. Este será nuestro primer contacto con estas singulares iglesias, en Rusia veremos tantas que acabaremos por acostumbrarnos a esas cúpulas que parecen infladas por el soplido de un arquitecto caprichoso, o esos colores que hacen que creas que en realidad estás en un parque temático.

Aunque a día de hoy es uno de los lugares que más fotografías se lleva de los turistas, la realidad es que durante muchos años no fue muy querido por los estonios puesto que el Imperio ruso la construyó en lugar de una plaza. Tras la independencia se ordenó su demolición que , por suerte, nunca llegó (quizá por aquello de las dudas de los ciudadanos de Estonia y su complejidad para ponerse de acuerdo).

Nuestra ruta guiada no incluía la visita al interior, pero sí que decidimos volver más tarde para verla con el extra de poder asistir durante un rato a una boda.


Frente a la catedral está el precioso Edificio de Correos, muy rosadito todo él.


Y no muy lejos está la Catedral de St Mary. Es la iglesia más antigua de Tallin y de todo Estonia, data del siglo XIII y también tiene el privilegio de ser el único edificio de Toompea que sobrevivió a un incendio del siglo XVII.


Seguimos callejeando por esta zona y viendo algunos de los rincones interesantes, empezamos ahora y a estar poco atentos a las explicaciones de nuestra fabulosa guía y se acerca el momento de finalizar la ruta.

Para continuar vamos a uno de los miradores de la zona, en total hay un mínimo de 4 bastante conocidos y ofrecen buenas vistas y,  en algunos casos baños públicos.




Desde aquí vamos bajando por la zona del Edificio del Gobierno de la República de Estonia, hay ocasiones en las que esta zona está cerrada al tránsito por temas oficiales, pero no fue nuestro caso.


Nuestra ruta acaba en la famosa Plaza del Ayuntamiento donde ayer cenamos, aquí nos despedimos de nuestra guía que, como pasa en este tipo de Free Tours, cobra en función de las propinas que das según la opinión que te merece sus servicios. En esta caso realmente fue una gran guía.


Justo en la plaza nos encontramos con un mercado que aprovechamos para visitar y puesto que está tan animado elegimos una terraza donde sentarnos y poder tomar tranquilamente una cerveza.


Nos vamos ya por nuestra cuenta por las callejuelas que suben hacia la parte alta pues hemos visto varios sitios tranquilos con terrazas interiores para comer. Varios músicos ambulantes van amenizando la subida.


Comemos en un tranquilo sitio del que no recuerdo el nombre pero que estaba por la zona trasera de la catedral y tenía un patio interior donde además vendían cerámica artesanal. La comida para dos en total son 22.50€ (ya habíamos picado con la cerveza anterior, pero aún así es realmente barato)

Después seguimos por la zona antigua puesto que hay una gran animación ambientada al estilo medieval y nos sirve para dar el adiós a la ciudad.


Ya sólo queda recoger maletas e ir hacia la parada del bus en la zona de A Laikmaa, detrás del centro comercial que ya teníamos situado.


De ahí al aeropuerto (casi bajamos una parada antes de la cuenta por seguir a unas chicas con maleta que parecían dominar el tema) y un cómodo y medio vacío avión de Aeroflot nos lleva a Moscú a cambio de 288.06€ por los dos. Si quieres leer como sigue nuestro viaje, te invito a hacerlo AQUÍ



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