2 de abril de 2018

Semana Santa en Budapest. Día 4: Parlamento y alrededores

Hoy tenemos hora reservada para ir a visitar el Parlamento, uno de los símbolos de la ciudad situado a las orillas del Danubio. Como habéis visto ya en alguno de los post anteriores, ver este edificio desde fuera ya impresiona, pero es que el interior es todavía más espectacular.
Para entrar os recomiendo reservar con antelación online, pues es más que probable que si vais directamente allí, no encontréis entradas.

Damos un agradable paseo puesto que el día es soleado y nos dirigimos a ver el edificio de la Real Caja Postal de Ahorros, es uno de los más bonitos de la zona de Pest, construido en 1901. A día de hoy forma parte del contiguo edificio del Banco Nacional de Hungría.


La zona está realmente muy tranquila y apenas estamos viendo gente por las calles. Seguimos caminando con la intención de llegar al Parlamento por la parte trasera, donde primero encontramos la Plaza de la Libertad.


La Plaza de la Libertad o Szabadság tér tiene algunos monumentos interesantes como un controvertido Monumento Antifascista inaugurado en 2014 justo situado a los pies de la divertida fuente interactiva que va encendiéndose y apagándose gracias a unos sensores que delatan a la gente que se acerca.


Justo al otro extremo de la plaza hay un Monumento al Ejército Soviético, el segundo monumento soviético que queda en pie en todo Budapest (el primero sería la Estatua de la Libertad de la Ciudadela que visitamos el segundo día, os dejo el enlace AQUÍ) . Al tratarse de una tumba de soldados se mantiene intacto pese al no agrado de parte de la población.


Por fin llegamos al Parlamento, el edificio más grande de Hungría, que se extiende unos 268 metros por el Danubio, dejando una impresionante imagen. La elección del lugar no fue casualidad sino que se hizo como contrapeso al Palacio Real, en lo alto de la colina de Buda, para dejar claro que el futuro de la nación estaba en manos del pueblo y no de la realeza.

La entrada se hace por la puerta de la plaza, no por la puerta que da al Danubio y que se reserva sólo para la visita real o para la de algunos dirigentes políticos. En la plaza se encuentran marcas de bala tanto en el edificio como en alguna parte del suelo, son marcas que se dejaron expresamente tras su restauración pues quería recordar la revolución húngara de 1956 contra el gobierno y las políticas soviéticas.


Rodeando el edificio vas descubriendo algunos rincones interesantes...como buen Parlamento no deben faltar los leones.



Nos toca entrar, pasamos la pertinente seguridad y un guía nos va explicando cada una de las salas, alguna anécdota y nosotros que vamos alucinando con los interiores. Una ventaja de ir con carrito fue que nos permitieron movernos en un espectacular ascensor, uno de los 13 ascensores para pasajeros que hay en el edificio. Consta de 691 habitaciones de las cuales más de 200 son oficinas.


Una curiosidad es la que veis en la imagen del centro. Se trata de un reposapuros de latón, hay uno de ellos en cada entrada a los hemiciclos, y como veis está numerado. El motivo es que como no se podía entrar fumando en la sala,  los diputados fumadores , al oír el timbre que les llamaba a votar, podían dejar el puro en un lugar numerado y lo recuperaban a la salida para seguir fumando tranquilamente. Evidentemente hay que trasladarse a la época donde un puro suponía un coste importante.


Seguimos atentos las explicaciones, unos más que otros.


Uno de los lugares importantes de la construcción es el hall central por su forma hexagonal y donde se encuentran dos de las cámaras más importantes: la Cámara Baja (donde se reúne la Asamblea Nacional en la actualidad) y la Cámara Alta (usada hasta 1945)


Nos vamos hacia la orilla del Danubio, las vistas desde ahí también son para disfrutarlas y poder sentarse un rato a descansar y tomar el sol se convierte en un placer.


A escasos metros, en la propia orilla del río, hay uno de los monumentos  más estremecedores de la zona (según mi opinión). Los Zapatos en el Danubio, se trata de un monumento homenaje a los judíos húngaros fusilados y arrojados al Danubio por miembros del fascista partido- Cruz Flechada en 1944. Se trata de una escultura en hierro fundido de 60 pares de botas y zapatos antiguos, amontonados sobre la orilla que resulta de una emotividad, como digo, bastante intensa.




Toca poder comer algo y nos dejamos guiar por la intuición. Delante del edificio de la Real Caja Postal de Ahorros habíamos visto un restaurante con muy buena pinta. NO nos equivocamos y comimos de lujo, podemos decir que de los mejores días. Así que os dejo el enlace para que os acerquéis y os dejéis llevar un poco por la comida local casera.Se trata del restaurante Csarnok Vendégló y como digo fue un acierto total.


Reservamos algo de espacio para un postre y café especial (no fue fácil) pues teníamos decidido ir al New York Café (enlace AQUÍ). Anunciada como una de las cafeterías más lujosas del mundo, en mi corta experiencia en los grandes lujos, he de reconocer que es impresionante y sientes que tomas café en mitad de un palacio. Lámparas de araña, mármol y madera maciza retorcida moldeando formas casi imposibles, un pianista que ameniza la estancia, etc.


Ojo con la elección del día pues suele haber muchas colas el fin de semana. La web permite incluso reservar mesa, no tengo información de si es para cualquier tipo de gasto a realizar o la reserva es para comer o algún mínimo de importe. En todo caso, algo planificado, puedes acceder sin muchas espera y realmente este café de estilo neorenacentista inaugurado en 1894, vale la pena de ser visitado.


Ya sólo nos queda pasear un rato por la ciudad para ver algunos rincones todavía desconocidos y aprovechar para bajar un poco la comida/postre que hoy hemos hecho.


Nuestro peque quiere disfrutar de su apartamento, de esas cosillas que va descubriendo con sus primeros movimientos y de sus primeros intentos de levantarse aunque todavía sin éxito.


Toda la ruta AQUÍ

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