8 de marzo de 2014

París Mon Amour - Día 4 el descanso del turista

Hoy nos hemos levantado con ganas de hacer NADA, simplemente pasear, disfrutar del ambiente, quedar con algún amigo que hay por la ciudad para tomar algo, una buena reunión con cena relajada bañada de buen vino y mejores postres.
Total que cumplimos nuestro plan al dedillo. La idea inicial era ir a Versalles que se llega con el RER C que tenemos a pie de la Torre Eiffel, pero puesto que hemos tenido demasiada cultura de golpe y además los jardines en esta época no son tan maravillosos como primavera y verano; pues optamos por el plan relax.

Paseamos por la ciudad sin ningún rumbo, es algo que siempre da gusto hacer en cualquier parte, pues es donde descubres alguna cosa más de lo que ya has leído en cualquier guía.

Visitamos los Invalides por fuera, un complejo que en su día se hizo para los soldados retirados, lisiados o ancianos. Algo que se puede interpretar como un buen detalle o como apartar lo que no interesaba que se viese (elegid la opción que creáis que se ajusta más a la verdad).




Nos sentamos en una terraza del Barrio Latino y allí dejamos que el vino y una foundee ocupen nuestro mediodía. Recorremos las calles de la banda izquierda del Barrio Latino, son callejuelas con mucho encanto y llenas de barecillos e interesantes tiendas de cosas diversas (seria situándose de espaldas a al Fuente de Sant Michel, vas por las calles de la izquierda o también puedes entrar por la calle que continua del Puente de los Candados donde está la Bibilioteca Nacional y dejarte llevar por allí)


Quedamos con unos amigos que nos explican algo de como es la vida en París, uno lleva ya un año y medio allí y ha sabido acostumbrarse a la ciudad y a las ventajas que ofrece. La vida es cara en la ciudad, pero también las remuneraciones son altas. Aprender el idioma es algo casi básico para según que empleos, puesto que la protección que hay sobre la lengua francesa (sobretodo en contra del enemigo número uno que seria el inglés) se está acentuando incluso más en los últimos años. Tal es el caso, que para cada denominación anglosajona que aparece, los franceses buscan un término francés que en algunos casos puede ser algo liado llegando a formar una frase para una única palabra.

Paseamos por la ribera del Sena y pasamos por uno de los famosos puentes donde los enamorados se juran amor atando un candado con sus nombres y la fecha y lanzando la llave el río. Una tradición que puede ser bonita y que existe en varias ciudades, siendo Roma y su puente Milvio los primogénitos animados por la novela de Federico Moccia "Tres metros sobre el cielo"; pero esta tradición es también algo contaminante pues la segunda parte es tirar la llave al río Sena (son miles de llaves). Por lo tanto mejor esos candados con combinación que además si se acaba ese eterno amor os permitirá recuperarlo sin necesidad de ir con una cizalla.....todo son ventajas!!!


Por el lateral del Sena vais viendo también unos cajones de color verde, son los tradicionales bouquinistes, libreros en su día y hoy algunos de ellos también vendedores de láminas, marcadores para libros e imanes para los turistas a un buen precio.


Para redondear el día paseamos nuevamente por los Jardines de las Tullerías, lleno de gente en el césped, en las sillas que siempre están ahí para que los usuarios se sienten alrededor de las fuentes (no están atadas, esto en otros sitios ya no existiría!!!), los vendedores ambulantes que miran de que cualquier turista les elija a ellos entre las decenas de compañeros que venden siempre el mismo artículo, una multitud de gente disfrutando de un jardín que en otros tiempos era sólo de la nobleza.



Acabamos con una cena impresionante preparada por nuestros anfitriones. Ha sido un placer compartir estos días, hemos disfrutado de la ciudad y de la compañía que nos ha tratado genial y nos ha ayudado a ejercer de turistas en París MERCI BEAUCOUP !!!!



VER DIA 1, DIA 2, DIA 3

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