14 de enero de 2011

Ciudad del Vaticano

La Città del Vaticano es el estado soberano más pequeño del mundo, sólo ocupa 0'44 km2 y sin embargo recibe sobre los 20.000 visitantes diarios. El motivo son dos de sus increibles atractivos: la Basílica de San Pedro, segunda más grande del mundo; y los Museos Vaticanos donde, entre otras obras, se encuentra la famosísima Capilla Sixtina.



Para llegar se pueden optar por varias vías:
  • Caminando, cruzando el río Tevere por alguno de sus puntos, recomendable por el Ponte Sant Angelo y así aprovechar para ver el castillo con el mismo nombre y llegar a Vaticano por la famosa Via della Conciliazione.
  • En bus, desde la estación de Termini coger el bus 64 y bajar en la parada Sassia-S.Spirito y de ahí el 982 hasta Piccolomini. Llegas callejeando y la sorpresa es mayor que por la ruta anterior.
  • En metro, coger la linea A y bajar en Ottaviano. De ahí vas caminando por Via Ottaviano hasta llegar a Vaticano o bien hay también un tranvía.

Sede del Papa, los peregrinajes hasta este lugar se suceden desde hace siglos y no sólo los devotos hacen largas colas para entrar a la basílica, sino que muchos turistas sienten curiosidad por ver la iglesia más rica de Italia y es un complemento ideal cuando vas a Roma (AQUÍ os dejo mi estancia en esta preciosa ciudad)

Dispone de moneda propia, emisora de radio propia, servicios de correos e incluso ejército propio denominado la Guardia Suiza (con un atuendo divertidísimo, pero a ellos no se les escapa ni una sonrisa!!!!)


Para visitar la basílica lo primero sería ver su exterior desde la Plaza de San Pedro, un escenario que seguro se ha visto más de una vez con miles de fieles a la espera del Papa o del anuncio de éste y donde todos los domingos a las 12:00 el Papa realiza la bendición a los fieles. Sentarse y simplemente contemplar el edificio desde fuera es algo entretenido.


Una vez dentro de la Basílica de San Pedro (recordad que no se permite pantalón corto, minifalda ni hombros descubiertos) se encuentran obras como La Piedad de Miguel Ángel entre otras.


Algo que vale la pena es ascender hasta la cúpula (opción ascensor o por las escaleras) y desde el exterior ver una de las mejores vistas de Roma.



Otra opción de visita son los Jardines del Vaticano, en mi caso no los he visto puesto que había que reservar con una semana de antelación para hacer la visita guiada; pero parece ser que son bonitos e incluso se visita el pequeño huerto reservado para el consumo del Papa....para aquellos que les interese el tema.

Por último seria la visita a los Museos Vaticanos, una impresionante colección donde conviene planificar que es lo que se desea ver puesto que abarcarlo todo en una única visita sería casi misión imposible. Destacar la Stanze di Raffaello, la Galleria delle Carte Geografiche y por supuesto la Capilla Sixtina. Esta última tiene gran demanda, te dejan entrar en grupos, para mi gusto demasiado masificados, sin tomar ninguna fotografía y por un tiempo limitado puesto que pronto una persona del museo te pide que salgas para que pueda entrar el siguiente grupo. A mi me resultó difícil disfrutar algo del lugar por estos motivos.



Todo el museo está marcado por rutas muy sencillas de seguir en función de lo que quieras ver, las rutas pueden durar desde unos 90 minutos la más corta (sólo llegar hasta la Capilla Sixtina directo a buen ritmo se tarda unos 30 minutos), hasta 5 horas la más larga.


Existe una web de información y donde también se pueden realizar reservas de las entradas para agilizar.

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